LA FORMACION SOCIAL DEL COMPUTISTA: una experiencia probada, interdisciplinaria y latinoamericana (*)
|
|
(*) Versión en español de trabajo presentado en la Conferencia del Grupo de Trabajo 9.4 (WG 9.4) de la International Federation of Information Processing Societies (IFIP), La Habana, Cuba, Febrero 1994
(**) Ambos autores son profesores de la Escuela de Computación de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela.
La ampliación del mercado laboral del profesional de la computación
y la nueva agenda de investigación que se plantea la disciplina
han obligado a la comunidad académica a repensar las áreas
fundamentales en las cuales debería capacitarse el estudiante de
computación; una de ellos es la referida como formación social
del computista.
En este trabajo describiremos una experiencia docente multidisciplinaria
realizada desde 1986 en la Escuela de Computación de la Facultad
de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. El objetivo de esta
ha sido estimular la reflexión del estudiante sobre los factores
macro y micro sociales que intervienen en el éxito o fracaso de
la informatización de una organización y su reponsabilidad
profesional y social frente a los cambios que se producen por la presencia
de la informática.
Esta experiencia docente ha sido pionera en Latinoamérica y ha evolucionado
paralelamente con el creciente interés que por el tema que ha surgido
en el ámbito internacional. La evaluación de esta experiencia
contribuirá a que se identifiquen los factores que se deben incorporar
en el diseño curricular de cursos orientados a promover la formación
social de los computista.
1.- Transformando la agenda de la disciplina
La literatura sobre el futuro coincide en describir a la computación
como una de las disciplinas más jóvenes y dinámicas
del mundo científico moderno, una de la tecnologías con mayor
velocidad de innovación, una de las industrias "científicas"
de mayor influencia en la economía mundial y uno de los productos
"científicos-tecnológicos" de mayor repercusión
social (Plaz, 1993).
Esta imagen, no pocas veces distorsionada de la computación, como
disciplina, tecnología, industria, promotora de cambios socio-técnicos,
tan usada por los publicistas es contemporánea a las revisiones
que viene realizando la comunidad de especialistas de las tecnologías
de la información sobre la responsabilidad sociotécnica del
computista frente a las repercusiones de procesos de informatización
y la transformación de la agenda de investigación y docencia
que orientará la actividad en esta disciplina en los próximos
años.
Ahora bien, interrogarse acerca de ¿cúal es la agenda en
la que debe formarse un computista?, ¿cúal es el impacto
que tendrá esta tecnología en la sociedad? no es una actividad
nueva en la comunidad de computista. Si indagamos el pasado hallaremos
que el origen de esta reflexión puede encontrarse en ensayos tan
antiguos como la misma disciplina, como lo ilustra la recopilación
hecha por Z. Pylyshyn (1970). A partir de los cincuenta el enfoque con
que se aborda esta temática se encuentra claramente influenciada
por el acalorado debate que sostiene la comunidad de científicos,
ingenieros y técnicos acerca de la su responsabilidad social una
vez que se sucede Hiroschima y Nagasaki (Danvenport. William H. 1979) (Elliott
David y Ruth, 1980). No obstante, nunca los argumentos acerca de incluir
estas temáticas en la formación del computista tuvieron suficiente
fuerza como para contrarestar el modelo de enseñanza que caracteriza
a las universidades durante todo el siglo en donde los programas son cada
vez más especializados y con una clara división entre formación
científico técnica y formación humanística
social del educando. Quizás por esta característica común
a todas las ciencias es que lo único que se haya en Curriculum 68
de la ACM es una propuesta de formación social bajo la figura de
formación complementaria que haga del profesional de la computación
un ciudadano con una "ética" profesional.
A partir de los ochenta la especialización es cada día más
cuestionada; primero por grupos radicales que advierten acerca de los impactos
perversos de la ciencia y la tecnología en la naturaleza y la sociedad;
pero, avanzada la década, por los entes empleadores -empresarios,
comerciantes, gobierno- quienes comienzan a presionar a las universidades
para que se replanteen: ¿qué formar? y ¿cómo
formarlo? ya que obtienen un egresado con poca capacidad de integración
al mercado laboral y incapacidad de actualización científica.
Por su parte, aun cuando desde los sesenta se hallan en revistas especializadas
de prestigio artículos aislados de la comunidad de computación
donde se reflexiona y debate en torno a estas problemáticas será
solamente en el último quinquenio cuando los argumentos esgrimidos
en pro de la necesidad de incluir la formación social del computista
han sido lo suficientemente poderosos como para adquirir un espacio propio
en el curriculum propuesto por la ACM en 1991 (Tucker, Allan B. et al.
1991).
Una breve revisión de los artículos publicados en Communications
ACM y de trabajos presentados en un evento sobre Informática y Sociedad
organizados por IFIP dentro de su World Congress de 1992, nos permite recapitular
los temas de reflexión que han enriquecido y diversificado la argumentación,
entre ellos:
Lo expuesto por los autores indica que en la transformación de
la agenda de la computación es cada vez más urgente responderse
¿qué formación ofrecer al profesional de la computación?
teniendo en mente que la formación social del computista ha dejado
de ser una necesidad exclusivamente ética y humanística complementaria
como lo propuso Curriculum 68 para transformase en una necesidad técnica
que demanda a los futuros computistas el obtener en sus estudios capacidades
que les permitan dar respuestas eficientes y compatibles con la velocidad
de transformación del conocimiento científico y de los productos
tecnológicos de su sector.
De una propuesta reciente sobre el particular, presentada por Peter Denning
en Julio de 1993, resumimos algunas de las principales destrezas que los
estudiantes de hoy deben desarrollar (Denning, Peter,J. (1993), p 102):
En conclusión, la década de los noventa está rompiendo con una agenda de investigación y docencia basada en una concepción introspectiva y aislante de la computación para ampliar los alcances de su egresado. Ante tal panorama nos atreveremos a contribuir a la discusión basándonos en nuestra experiencia docente para ofrecer una respuesta que contribuya a esclarecer: ¿qué es la formación social a un computista?, ¿quién es el docente que puede formar?, ¿a quién lo enseñará?, ¿qué enseñar?, ¿cómo lo enseñará?.
2.- Informática y Sociedad: ampliando los alcances
Lo que expondremos a continuación es la descripción y
evaluación de una experiencia docente que en marzo del año
94 cumple 8 años de actividad continua cuyo objetivo fundamental
ha sido el de contribuir a la formación de un profesional con las
capacidad de reconocer su papel de actor fundamental de los procesos de
informatización de su país y sensibilizarlo acerca de la
importancia de aprender a aprender para adaptarse a los cambios técnicos
de esta disciplina. (Novack Joseph D. y Gowin Bob.,1988)
La experiencia docente se ha realizado en la Escuela de Computación
de la Universidad Central de Venezuela. Esta Escuela nació en 1968
como programa de estudio en la Escuela de Física y Matemáticas
de la Facultad de Ciencias; en 1973 se transforma en una nueva Escuela
de esta Facultad. De manera similar a lo acontecido mundialmente, el diseño
de los primeros programas para la formación de profesionales en
computación, se orientaron técnicamente por lo identificado
como temas de interés en el 'Curriculum 68 de la ACM". Sin
embargo, en el diseño curricular de la primera carrera de computación
universitaria del país no se incluyó la posibilidad de cursar
materias que ofrecieran "la formación humanística"
que esta propuesta recomendaba. Es decir, no se incluyeron créditos
que contribuyeran a la formación humanística del computista
y mucho menos a lograr una formación social.
Es solamente hasta 1985 cuando en una de las modificaciones del curriculum
se introduce la figura de una "electiva general" con un número
de 5 créditos, de los 180 requeridos, con una función dentro
del actual pensum definida en forma bastante genérica y se justifica
considerando "la amplia gama de actividades que puede desarrollar
el computista y los aspectos sociales y filosóficos asociados a
ellas" (sic). Es en este contexto donde nace Informática y
Sociedad dictada a partir de su segundo curso por un equipo docente multidisciplinario
de tres profesores con formación de cuarto nivel en Ingeniería,
Sociología y Computación. De 1986 a la fecha se han realizado
17 cursos en los que se inscriben un promedio de 25 estudiantes por período
con el único requisito de haber aprobado al menos cinco semestres
de los diez en que está organizada la carrera.
La evaluación de estos años nos ha permitido ir definiendo
la formación social del computista como un área del conocimiento
cuyo objeto de estudio son las problemáticas técnico-sociales
que intervienen en el diseño del hardware y del software, su industrialización,
comercialización, transferencia, difusión e impactos en el
medio social en los contextos de países productores y no productores
de esta tecnología. En este sentido, Informática y Sociedad
deja de considerarse un relleno para complementar vacíos en la formación
humanística-social del computista y pasa a ser un área de
docencia e investigación interdisciplinaria que contribuye a identificar
y analizar las características técnicas y sociales de los
complejos procesos de informatización de actividades individuales,
organizacionales o de sectores de la sociedad.
La definición anterior nos aproxima a la respuesta de otras dos
de las interrogantes: ¿qué docente esta en capacidad de enseñar
este tipo de materia? y ¿qué estudiante en capacidad de adquirirla?
. En cuanto a la primera interrogante no es ser un profesional de las ciencias
sociales o de la ciencia de la computación lo que garantiza que
se tenga los conocimientos apropiados sobre los procesos de informatización
de la sociedad y sus subáreas temáticas. La formación
teórica del docente que se aboque a esta actividad debe estar acorde
con la capacidad de realizar investigación con un enfoque interdisciplinario
que usualmente, se obtiene solamente en los estudios de cuarto nivel y
con experiencia profesional sea en el medio académico, industrial
o de servicios. En otras palabras debería ser un especialista en
los temas asociados a Ciencia-Tecnología y Sociedad. En cuanto a
la segunda interrogante, la experiencia parece indicar que es un estudiante
con una parte de su formación profesional quien estará en
capacidad para identificar y analizar criticamente las variables organizacionales
que intervienen en la relación informática-sociedad.
El qué enseñar dependerá de las variantes en la formación
social pre-universitaria de cada experiencia, los objetivos de cada institución
en la que se introduzca estas temáticas y la evolución del
sector internacionalmente. En nuestro caso hemos considerado como contexto
nacional de los estudiantes el que se están en un país que
se caracteriza por ser un consumidor de productos importados en tecnologías
de la información; una vez graduado actuará como profesional
-investigador, gerente, comerciante, etc.- en una sociedad donde existe
muy poca vinculación entre el sector de investigación y el
productivo, donde las organizaciones tienen muy poca cultura hacia el manejo
de información para la toma de decisiones, con una tendencia al
equipamiento indiscriminado y que no anticipa los impactos sociales de
su manera de asimilar la tecnología. En cuanto al contexto institucional
los estudiantes se están formando en la Facultad de Ciencias de
una de las más importantes universidades públicas por lo
que se espera puedan aspirar en un mediano plazo a ser actores importantes
en la toma de decisiones de las organizaciones en las que participen.
Definido estos contextos se explicarán los temas que se han transformado
en estos años en prioritarios:
A través de estas temáticas y las interrogantes formuladas
sobre cada una de ellas se han diseñado dos cursos electivos: Informática
y Sociedad y más recientemente Historia de la Computación
en Venezuela cuyas diferencias están dadas exclusivamente por el
tiempo que se dedica a abordar el contexto internacional respecto al nacional.
Como resultado se ha obtenido que un buen grupo de estudiantes se sensibilice
acerca de la posibilidad de utilizar enfoque sociotécnicos en el
momento de ejercer su profesión. De igual manera se ha incentivado
la toma de conciencia acerca de las diversas funciones sociales que esta
profesión tiene en la actualidad de un egresado universitario en
un país consumidor de la tecnología.
Es bien importante insistir en que no es sociología, economía,
o política los contenidos temáticos de estos cursos sino
una reflexión social acerca de su quehacer profesional y su responsabilidad
en la orientación que asuma la relación Informática
- Sociedad.
3.- Eliminando las barreras motivacionales creadas por una práctica especializada
La última pregunta que quedaría por responder es quizás
una de las más importantes ¿cómo enseñar Informática
y Sociedad?.
Como lo recomienda cualquier esquema pedagógico, para definir cómo
enseñar Informática y Sociedad analizamos las características
del estudiante al cual estaba dirigido el curso. El estudiante de computación
tiende a ser, incluso por las exigencias del sistema de admisión
a las universidades, un estudiante con un buen nivel académico en
las materias conocidas como ciencias básicas, de buen desempeño
bajo el sistema de clases magistrales. No obstante, en general, tiene poca
costumbre de usar fuentes de información especializada, poca práctica
en la dinámica de grupo y muchas prejuicios y resistencias hacia
cursos que no sean claramente vistos como "internos" a las disciplina.
Esta visión de la profesión es tan aguda que llega a ser
"enclaustrada" en el sentido que no les permite a si mismos mirarse
como actores profesionales que son afectados y a su vez pueden afectar
la evolución de la disciplina y de su impacto social.
La mayoría de los estudiantes y de los profesionales en computación
solo se consideran consumidores de conocimientos y productos industriales
y carecen de identidad temporal y espacial como miembro de una realidad.
Es decir la mayoría no tiene identidad histórica, nacional
y social al haberse formado en un medio carente de mecanismos con los cuales
construirla.
Entre las barreras a encontrar está la de sentir el curso ajeno
o agregado, marginal a su formación profesional: "No necesito
esa información para ser un buen profesional". Otra tiene que
ver con percepción emotiva del tema: "Ese tema me es totalmente
desconocido por lo que o considero inútil o me da temor asumirlo
como área de estudio", "no lo ubico temporal ni espacialmente
en la realidad en la cual participaré". Este segundo obstáculo
esta vinculado con el desconocimiento del vocabulario y no estar familiarizado
con los temas. El tercero: "Ese docente no tiene mucho que ver con
nuestro medio profesional". El cuarto: "El curso es muy exigente".
El quinto: "El cómo aprendemos no es similar al resto de nuestro
cursos".
Ahora bien estas resistencias no creemos sean exclusivas al estudiante
de computación venezolano es común a la mayoría de
las universidades mundiales la formación especializada de los educandos
generando carencias que les dificultan el proceso de aprendizaje de materias
que no se inscriban en las pautas tradicionales de contenido y de enfoque
docente como las referentes a su formación técnica a través
de clases magistrales.
Para disminuir estas resistencias implementamos variadas estrategias pedagógicas
que contribuyeran a elaborar un conocimiento integrado de la actividad
profesional que realizarán una vez egresados del medio informático
mundial y nacional y de la informática como disciplina, tecnología,
e industria.
Para ellos utilizamos la observación, la intuición y todas
aquellas recomendaciones de viejas técnicas de dinámica de
grupo que permiten al docente actuar como un facilitador del aprendizaje.
(Cirigliano Gustavo F.J. y Villaverde Aníbal, 1966), (Bacon James
C., 1992) y otros más recientes que versan sobre la necesidad de
desarrollar capacidades para aprender a aprender; capacidad indispensable
para mantenerse actualizado en esta tecnología y sus vinculaciones
a la sociedad (Novack Joseph D. y Gowin Bob.,1988).
Los objetivos referentes a la transmisión y búsqueda de información
actualizada sobre el curso los hemos obtenido subdividiendo la actividad
de dinámica de grupo en clases teóricas (tres horas/semana)
y clase prácticas (dos horas/semana). Las clases teóricas
resultan las más difíciles por la falta de hábito
de lectura y consulta a fuentes de información confiables y especializadas.
Como estrategia pedagógica que busca captar la atención del
estudiante se combinan diferentes técnicas de trabajo en grupo:
clases magistrales de los docentes, conferencias y foros de actores importantes
del medio informático nacional -académicos, empresarios,
usuarios, políticos, periodistas, literatos, abogados-. A lo largo
de todos estos años de actividad docente se han invitado más
de sesenta conferencistas de diversos sectores del medio informático
nacional quienes han transmitido sus experiencias de vida profesional.
En las horas prácticas se realizan investigaciones exploratorias
sobre el medio informático nacional que contribuyen a que el estudiante
ejercite su capacidad de diseñar y realizar un proyecto de investigación
social sobre el medio informático. Tantos las clases teóricas
como las prácticas contribuyen a que el estudiante aprenda a diferenciar
las fuentes de información confiables, desde una perspectiva científico
técnica, de la literatura de divulgación sobre el tema. Además,
se prepara al estudiante para que realice conferencias, foros y debates,
informes y proyectos sobres los contenidos teóricos del curso descrito
anteriormente.
Una fluida expresión oral y escrita no es frecuentemente desarrollada
por los estudiantes de computación. Para motivar este aspecto del
curso, en la experiencia que describimos hemos empleado con notable éxito
una discusión semanal de las notas de prensa que recogen estudiantes
y profesores sobre el tema informático. La argumentación
y adecuada fundamentación del pensamiento resulta ser uno de los
elementos mas destacables como diferente entre este tipo de cursos y los
demás de la carrera. La participación activa y continua del
estudiante es fundamental para el logro de los objetivos.
La elaboración tanto del programa como de la estrategia pedagógica
han ido perfeccionándose gracias a la evaluación que los
estudiantes ha realizado al finalizar cada curso en los que permite ir
construyendo contenidos temáticos y estrategias pedagógicas
que derriben el muro que se construyó en la mayoría de sus
mentes entre la "cultura científico-técnica y la cultura
social humanística". Esto implica dos premisas fundamentales
a tener presente en la elaboración de estos cursos:
a) Ningún curso cuyo objetivo sea formar socialmente al computista
puede limitarse a copiar lo hecho por otros docentes. Es indispensable
que el docente realice un diagnóstico de sus estudiantes: las destrezas
y carencias que favorecen u obstaculizan la motivación hacia estos
temas y su proceso de aprendizaje.
b) Aún cuando existen un conjunto de temáticas generales
que recogen diferentes unidades de análisis tecnología-sociedad
que va de los aspectos macrosociales a los individuales de esta relación,
es indispensable ir actualizando los contenidos con los que se transmite
esta información en función de los cambios de la tecnología
y del análisis de su impacto social.
En nuestra experiencia una de las principales funciones del docente será actuar como facilitador de un proceso que permita que el estudiante deje de considerar la disciplina de computación como el estudio del computador y se aproxime a la tecnología con una mirada más completa y compleja de su profesión. De igual manera es importante estimular al estudiante a que deje de percibir la historia como un a aglomeración de fechas que se memorizan y lo social como algo ajeno a su vida como profesional y como ciudadano. En definitiva: la materia Informática y Sociedad ha logrado que el estudiante se descubra partícipe, protagonista de los procesos de informatización de la sociedad.
4.- Conclusiones
Una de las transformaciones más significativas de la agenda de
investigación y docencia de las disciplinas llamadas ciencias de
la información son la referidas a la incorporación de la
reflexión social sobre la profesión no como un agregado complementario
sino como parte indispensable para el ejercicio eficiente de la profesión.
La década de los noventa está rompiendo con una agenda de
investigación y docencia basada en una concepción introspectiva
y aislante de la computación para ampliar los alcances de su egresado.
En este sentido debemos ubicar la formación social del profesional
de la computación como una nueva área de esta disciplina
cuyo objetivo es la investigación interdisciplinaria cuyo objeto
de estudio son las problemáticas técnico-sociales que intervienen
en el diseño del hardware y del software, su industrialización,
comercialización, transferencia, difusión e impactos en el
medio social en los contextos de países productores y no productores
de esta tecnología. En este sentido, la formación social
del computista no es tarea fácil ni puede dejarse en manos de entusiastas
o aficionados al tema, el docente y el programa que se dicten deben actuar
como una unidad facilitadora que estimule al estudiante a resquebrajar
los muros disciplinarios construidos durante muchos años de adiestramiento
intelectual donde se han definido parcelas de conocimiento. Para ello el
docente debe contar con una formación integral en el campo y una
actitud disciplinada, innovadora y actualizada hacia los contenidos y las
formas de transmitirlo. Pero, aun logrando construir y dictar los mejores
cursos hay que tener presente que todo resulta insuficiente si no es debidamente
reforzado en el ambiente académico y profesional en el cual participa
el educando. No será de un día para otro, ni tan solo con
unos cursos con lo que se logrará formar socialmente a los profesionales
pero hay que comenzar a hacerlo. En este trabajo hemos descrito una iniciativa
que empezó hace ocho años en un país latinoamericano,
Venezuela, que ha dado resultados verificables y perfectibles y que es
una referencia de lo que se puede alcanzar.
Reconocimiento
Los autores desean agradecer la importante contribución a esta experiencia de nuestro colega, Prof. José Manuel Martínez. También debemos agradecer a los estudiantes que han compartido con nosotros estos años de docencia.
Referencias
Bacon James C., (1992): "A model for teaching the management of information systems & technology" in Aiken R. (Editor). Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland) pp. 100-106.
Benjamin Alvarez Heredia, Buendia, Gomez Hernado (Editores), (1993): Ciencia y Tecnología: retos del Nuevo Orden Mundial para la capacidad de Investigación en América Latina. Editores Tercer Mundo, Colombia.
Cameron Julie, Clarke Roger, Davies Simon, Jackson Agnes, Prentice Mark, Regan Brian, (1992): " Ethics, Vulnerability and Information Technology (IT)" in Aiken R. (Editor). Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland) pp. 344-350.
Cirigliano Gustavo F.J. y Villaverde Anibal, (1966): Dinámica de grupos y Educación: fundamentos y técnicas. Editorial Hvmanitas, Colombia.
Cummning Geoff, (1992): "Where is the ELITE: Excellent Liberal I.T. Education? in Aiken R. (Editor).Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland) pp. 31-43.
Danvenport. William H.(1979): Una sola cultura: la formación de tecnólogos-humanistas. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, España.
Denning, Peter J. (1991): " Computing, Applications, and Computational Science" COMMUNICATIONS OF ACM, Octuber, 1991. Vol. 34, No.10, pp.129-131.
Denning, Peter J. (1992): "Educating a New Engineer" COMMUNICATIONS OF ACM, December, 1992. Vol. 35, No.12, pp.83-97.
Denning, Peter,J. (1993): "Designing new principles to sustain research in our universities", COMMUNICATIONS OF ACM, July 1993, Vol. 36, No. 7. pp. 99-104.
Duncan K.A.,(1992) "A perspective on social responsibility for the computing community" in Aiken R. (Editor).Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland), pp. 351-362.
Elliott David y Ruth, (1980): El control popular de la Tecnología Colección Tecnología y Sociedad, Editorial Gustavo Gili, Barcelona.
Escuela de Computación: "Pensum Licenciatura en Computación". Facultad de Ciencias, Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1985.
Frailey, Dennis J., Turner A., Joe., Zweben, Stuart H, (1991): "Adecuacy and Health of Academic-Industry Coupling" COMMUNICATIONS OF ACM, Octuber, 1991. Vol. 34, No.10, pp.126-128
Juris Hartmanis, et al. (1992):"Computing the Future" COMMUNICATIONS OF ACM, November 1992. Vol. 35, No.11, pp. 30-39.
Lieshout, Marc, Massink Mieke (1992): "Responsible scientists -a social-constructivist approach" in Aiken R. (Editor).Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland), pp. 336-343.
Likins Peter, (1992): "A breach of the social contract" COMMUNICATIONS OF ACM, November 1992. Vol. 35, No.11, pp. 17-18,and 111.
Martin C.D. and Holz H.J., (1992): "Integrating Social Impact and Ethics Issues Across the Computer Science Curriculum" in Aiken R. (Editor).Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland) pp. 137-143.
Novack Joseph D. y Gowin Bob., (1988): Aprendiendo a aprender. Ediciones Martínez Roca, Barcelona; (c) Cambridge University Press (1984).
Ortega Vicente, Ros Francisco, Valle Ricardo (Coordinadores del grupo de trabajo) (1986): Formación de técnicos e investigadores en tecnologías de la Información: análisis de la oferta y la demanda de estos profesionales en España. Edt. FUNDESCO, Collección de Estudios y Documentos, España.
Pylyshyn, Zenon W., (1970) (Selección y comentarios): Perspectiva de la revolución de los computadores Alianza Editorial, Madrid. España.
Plaz Power, Irene (1993) La informática en la Sociedad Venezolana: ¿símbolo de desarrollo¿ Viejas reflexiones sobre una nueva tecnología. Edt. Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH) de la Universidad Central de Venezuela, Colección Estudios. Caracas.
Reyes Francisco y Sutz Judith (1984): "La computación en Venezuela: Evolución de la actividad docente y de investigación en la UCV", Fondo Editorial Acta Científica, Caracas.
Simons Barbara (1991): "Building a Research Agenda" COMMUNICATIONS OF ACM, Octuber, Vol. 34, No.10, pp.122-125
Sizer Richard, (1992): "An IFIP Code of Ethics -Some of the Issues Involved" in Aiken R. (Editor).Information Processing 92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland) pp. 137-143.
Tucker, Allen B, (Editor and cochair), (1991):"Computing Curricula 1991): A summary of ACM/IEEE-CS Joint Curriculum Task Force Report", COMMUNICATIONS OF ACM, June 1991. Vol. 34, No.6 pp. 69-84.
Tewari Ryan, (1992): "How vulnerable is information society? a
sociological aproach" in Aiken R. (Editor).Information Processing
92, Volume II, IFIP 1992, Elsevier Science Publishers B.V. (North Holland)
pp.339-335.
Copyright © 1996