Los procesos de privatización en América Latina
5. Las privatizaciones y la financiación
Al examinar las causas del cambio favorable en el comportamiento de la economía de América Latina en los últimos años, hay que considerar el problema de la deuda externa y sus intentos de solución. En este sentido tiene especial importancia la puesta en práctica del Plan Brady. El Plan produjo una reducción de la deuda externa y una caída significativa en el servicio de la deuda, que vino favorecida por el descenso en los tipos de interés internacionales. Esto supuso un restablecimiento de la confianza en las perspectivas económicas de la región y alimentó una creciente entrada de capitales extranjeros que permitió las privatizaciones y la reducción de los déficits presupuestarios. En este sentido, las privatizaciones han reducido las necesidades de financiación del sector público y han servido para reducir el efecto "crowding out" (expulsión) sobre el sector privado permitiendo su crecimiento y el de la economía.
Los swaps de deuda por capital fueron el instrumento utilizado por la Iniciativa Brady para la privatización y para reducir la deuda contraída con los bancos comerciales extranjeros. La clave de estas operaciones es el bajo precio de la mayor parte de la deuda en los mercados secundarios, donde se compra y vende la deuda bancaria pendiente.1
Una de las preocupaciones que plantean los swaps de deuda por capital es su potencial impacto inflacionario. Efectivamente, los swaps de deuda por capital generalmente suponen intercambiar deuda denominada en dólares por moneda local. Por tanto, si la deuda debe ser intercambiada por acciones de empresas privadas, el banco central debe emitir moneda local con la que los inversores puedan adquirir tales acciones. Ésta se añade a la cantidad de dinero en circulación y presiona al alza la inflación. Sin embargo, este obstáculo puede evitarse cuando la deuda se intercambia por acciones de empresas estatales que van a ser privatizadas. El gobierno no necesita efectuar el paso intermedio de proporcionar moneda local; por el contrario, las acciones de empresas estatales pueden ser directamente intercambiadas por deuda. Argentina, por ejemplo, ha utilizado los swaps de deuda por capital para privatizar sus empresas públicas con estabilidad de precios.
Otra consecuencia importante de las privatizaciones ha sido desarrollar los mercados de capitales incrementando la cantidad y variedad de emisiones de capital en el mercado, así como el valor de las empresas. Y también hacer los mercados de capitales más atractivos para los inversores nacionales, permitiendo el aumento del ahorro nacional2 y la reducción de la excesiva dependencia de la financiación exterior.
En este campo de la financiación es muy importante el papel desempeñado por el Banco Mundial y sus criterios de actuación en los procesos de privatización. Posiblemente sean cuatro las tendencias que está siguiendo el Banco Mundial y las agencias que de él dependen. La primera, es la tendencia a utilizar y descansar más en el sector privado. En segundo lugar, un mayor apoyo a la descentralización, es decir, un intento por conectarse con los gobiernos subnacionales. En tercer lugar, la tendencia a apoyar cada vez más aquellos proyectos que respeten el medio ambiente y, en cuarto lugar, dar preferencia a aquellos proyectos que alivien la pobreza.
Estos cuatro elementos son, a juicio del Banco Mundial, criterios para establecer prioridades y se han convertido en una especie de matriz donde proyectos que reúnan o cumplan con alguna de estas condiciones tienen más probabilidades de ser financiados. Proyectos con más de dos o tres de estas condiciones alcanzan una altísima prioridad. Es, por ejemplo, el caso de la restructuración del sector eléctrico, donde se cruzan estos distintos criterios, incluido el último de alivio de la pobreza, en la medida en que entendemos que el desarrollo de la infraestructura es una de las escaleras más eficaces para salir de la pobreza.
El principio básico que orienta al Banco Mundial en su apoyo a los programas de privatización, en los países en los que el Banco trabaja, es la existencia de marcos regulatorios adecuados. Con anterioridad, los préstamos del Banco se hicieron para operaciones de inversión sin prestarle mucha atención al marco regulador, ni a los mecanismos de fijación de tarifas, ni a cómo estaba estructurado el sector. Hoy, en cambio, la existencia de los marcos regulatorios adecuados es una condición necesaria para que el Banco opere en cualquier país que solicite apoyo o recursos para la restructuración de un sector.3
En este sentido la actuación del Banco va a depender de cómo la empresa pública actúa en el sector. Puede que el sector no haya llegado a su fase de privatización pero las empresas públicas tienen que operar como empresas comerciales, ser centros de beneficios, pagar sus impuestos e intereses sobre los recursos que le son prestados, tener capacidad de autofinanciación y rentabilizar sus activos.
NOTAS
1. Puesto que las difíciles circunstancias económicas de muchos de los países endeudados reducen la probabilidad de que sean capaces de devolver la deuda en los plazos estipulados, el valor de su deuda en el mercado secundario se descuenta o reduce en la proporción correspondiente al riesgo de no ser devuelta en plazo. Pero cuanto más bajo sea el valor de venta de la deuda pendiente, más barato será para el inversor su conversión en capital. Por ejemplo, el 55% de las privatizaciones realizadas en Argentina se realizaron con swaps de deuda por capital y la deuda se compró al 41% de su valor nominal.
2. En algunos casos, como el de Chile, el desarrollo del mercado de capitales ha permitido el crecimiento de las tasas de ahorro nacional y la reducción de los desajustes exteriores.
3. Ese marco regulador quiere decir básicamente: a) transparencia en la toma de decisiones en los procesos de comercialización. Es decir, ver con total claridad cómo se definen los precios, b) clara definición de objetivos, qué es lo que el sistema persigue, hacia dónde se mueve el sector, que objetivos quiere cumplir y cuál es la coherencia en esos objetivos, c) si hay una estructura legal adecuada que permita saber quiénes son los agentes, cuáles son las relaciones entre ellos, cuáles son sus responsabilidades en caso de incumplimiento de las obligaciones a las que están sujetos, cuáles son las instancias de apelación etc. y d) si están bien definidas las condiciones de entrada y salida del sector.