El manejo de las políticas de privatización:
reflexiones, dilemas, recomendaciones

Resultados generales de las privatizaciones
realizadas hasta la fecha en América Latina
y el Caribe y criterios de evaluación

Desde un punto de vista general, las políticas de privatización son las que más éxitos y más consensos han registrado en el contexto de los procesos de apertura y modernización económica. Lo demuestra el hecho de que no ha habido intentos de revertir estas políticas.

Aún no existe una metodología para evaluar los efectos de las privatizaciones. Tampoco existe un relevamiento sistemático de la información en la región que permita formular conclusiones y comparaciones precisas. Entre los indicadores que deberían sustentar una evaluación sistemática deberían incluirse los niveles de inversión, de rentabilidad, de salarios, la calidad de los servicios, etc., comparando la situación antes y después de la privatización. También sería importante, en la evaluación por países, determinar si las privatizaciones se han efectuado en el "corazón" de la economía nacional o en actividades marginales. Además, parecen importantes los aspectos siguientes sobre los cuales se han intercambiado impresiones generales:

- El impacto fiscal: ha sido generalmente positivo en la región.

- El desarrollo de los mercados de capital: en la mayoría de los países es aún insuficiente y la privatización no ha sido un incentivo suficientemente poderoso en este campo. Este aspecto incide, en particular, en las privatizaciones del sector infraestructura, que son las que requieren más capitales.

- El desarrollo del sector privado en general: la evaluación de las privatizaciones varía según se trate de un país donde el sector privado juega un papel determinante en la economía o de un país donde ese sector es aún incipiente.

- La participación de los trabajadores: es un objetivo cada vez más importante pero aún poco concretado (la proporción de trabajadores que se ha convertido en accionistas es bastante reducida en el total de privatizaciones realizadas en la región, contrariamente a los países de Europa Central y Oriental).

- Los aspectos regulatorios: la experiencia demuestra que la formulación teórica dista mucho de la puesta en práctica, que tiende a ser más lenta que las privatizaciones. En todo caso, las políticas de privatización tienen el mérito de haber puesto en evidencia el tema de la regulación que anteriormente no se planteaba en la región.

- El empleo: hay evidencias de que, en casos de despidos masivos a raíz de una privatización, el empleo se recupera en un plazo determinado como consecuencia de la inversión y de la expansión de la empresa. En general, no ha habido en la región problemas sociales graves porque hasta la fecha han sido limitadas las privatizaciones "socialmente delicadas".

- La participación de la inversión nacional: uno de los temores más comunes en estos procesos es el de la "extranjerización" de las empresas privatizadas. Sin embargo, los porcentajes de capital nacional involucrado en las privatizaciones de la región es bastante elevado (en Argentina en particular).

Por consiguiente, se detectan áreas donde la privatización ha generado beneficios claros y donde la información de los países permite apreciaciones generales. En otras áreas, en cambio, los avances son muy lentos y las políticas requieren ser más atinadas.

El conjunto de los criterios que se incorporen en una evaluación debería determinar el costo de oportunidad de la privatización versus el costo de mantener la empresa en el sector público. Por lo general, la privatización luce como la solución más conveniente en comparación con los déficits e ineficiencias que genera la empresa pública.

 

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