El manejo de las políticas de privatización:
reflexiones, dilemas, recomendaciones

Los dilemas técnicos: ¿sanear antes o después?
¿fraccionar la empresa O dejar el tamaño original?

Aquí, nuevamente, las enseñanzas teóricas son insuficientes: según algunos privatizadores, sanear la empresa estatal antes de empezar la privatización garantiza su venta en buenas condiciones y su competitividad futura. Pero hay casos donde la privatización se vuelve impostergable porque de lo contrario se plantea la quiebra y la liquidación de la empresa.

En ambos métodos, el argumento es reversible: si la empresa se recupera y se vuelve rentable a raíz de la reestructuración, ¿para qué venderla? Y si la empresa se deteriora de tal manera que su precio es irrisorio, ¿es buen negocio venderla? Estos dilemas se plantean en cada una de las operaciones de privatización y complican las "ventanas de oportunidad" que se mencionaron anteriormente.

El enfoque caso por caso también es válido para la decisión de fraccionar la empresa: el ejemplo de una red de ferrocarriles, por ejemplo, que brinda servicio en zonas aisladas y no sólo en rutas rentables, y que se beneficia de economías de escala, no es fácilmente fraccionable y es muy distinto al de una planta de acero, que puede ser incluso más rentable si es vendida por partes.

 

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