La ocupación permanente de Minas Gerais por los portugueses se hizo a partir de São Paulo, en el último tercio del s.XVI. Los mamelucos de São Paulo, organizados en "bandeiras", fueron los principales responsables de la expansión portuguesa hacia los territorios del sur, centro y centro-oeste del Brasil; aniquilaron las misiones jesuíticas del Guairá y del Paraguay en los primeros años del s.XVII e hicieron largas "entradas" hacia el interior a expensas del territorio que se encontraba bajo el dominio español, llegando hasta la Amazonía. El primero asentamiento permanente en Minas Gerais fue el poblado de Ribeirão do Carmo (Mariana), en la región central de la capitanía. El descubrimiento de grandes aluviones de oro en ese territorio transformó totalmente la dinámica y los propósitos de las "entradas". Minas Gerais al igual que las capitanías de Goiás y Mato Grosso, fue un fenómeno típico de lo que Boxer llamó "la edad del oro" del s.XVIII. En pocos años se volvió la más poblada, desarrollada y refinada región del Brasil, basada en un núcleo urbano que concentraban una gran población proveniente de la metrópoli y de otras capitanías y sustentada por el trabajo de multitud de esclavos negros.
Ese carácter específico de la capitanía de Minas Gerais concedió poca o ninguna importancia a los indios de la región que de resto, evitaban tradicionalmente, habitar las regiones de minas del centro montañoso y estéril de la capitanía.
Otro trazo característico de Minas Gerais en el s. XVIII fue la ausencia de ordenes religiosas interesadas en trabajar allí con los indígenas. Esto tuvo como consecuencia la falta de noticias, cartas y relatos que los misioneros producían con tanta abundancia en otros puntos de la colonia, explicando así la fragilidad y carencia de datos sobre indios en esas fechas. Cuando se agotaron los mejores yacimientos de oro y diamantes de la capitanía empezó un movimiento de redistribución de la población: migraciones hacia el valle del río Doce, "Zona de Mata", sur de Minas, "Triãngulo Mineiro" y también hacia São Paulo y Mato Grosso, que aumentaron los contactos y conflictos con las poblaciones indígenas de esas regiones.
La regencia del príncipe D. João, marcó el inicio de un período de endurecimiento contra los indios, especialmente los que, como los indios de Minas, ocupaban áreas fértiles cercanas al litoral. El "Arquivo Público Mineiro" es la principal institución que conserva, clasifica y estudia la documentación histórica relativa al Estado de Minas Gerais. Es extremadamente rico en documentos de los s. XVIII y XIX, muchos de ellos referentes a indios. Edita la Revista do Arquivo Público Mineiro desde 1896. El "Arquivo Nacional do Río de Janeiro" publicó en la serie "Instrumentos de Trabalho" el Indice da Revista do Arquivo Público Mineiro.
De las tres primeras décadas del s. XIX hay informaciones consistentes gracias a la documentación del período de Marliére (1813-1829); a los escritos de naturalistas como Spix y Martius, Wie-Neuwied, Freireyss, von Eschwege, Pohl y Saint-Hilaire; la documentación oficial particularmente del reinado de D. João VI y de la contribución de estadistas interesados en problemas indígenas, como el marqués de Queluz. El más importante fondo documental conocido referente a los indios de Minas Gerais, en el período cronológicamente comprendido entre 1849 y 1888, consta de cerca de 2.500 manuscritos originales, organizados en 17 volúmenes que reúnen la correspondencia y informes de la "Directoria Geral dos Indios", de directores de los diferentes "aldeamentos" y de misioneros, y también de oficios e instrucciones de la presidencia de la provincia. Esos documentos se encuentran hace mucho en poder de un erudito coleccionista de Belo Horizonte, el Dr. Aureo Renault, a cuyo cuidado e interés se debe su buena conservación.
Fuente importante para el conocimiento de los indios del Macurí es la obra de los Ottoni, de la segunda mitad del s. XIX. También es importante la aportación de "sertanistas", etnólogos e indigenistas naturales de Minas Gerais: José Francisco Lopes (el guía Lopes), su hermano Joaquim Francisco Lopes, Barbosa Rodrigues, Baptista Caetano, Ferreira Pena, Couto Magalhães. Relevante es también la aportación de Augusto de Lima.
Regresar a la página principal de la Guía