Comunicacion, Derechos Humanos y Democracia: El Rol de Radio Venceremos en el Proceso de Democratizacion en El Salvador (1981-1994)

Dra. Emperatriz E. Arreaza-Camero

Universidad del Zulia/Maracaibo
Av. 21 c/c 68. Edif. Uracoa. Apt. 5-A
Maracaibo. Zulia 4005. VENEZUELA.
Venezuela
earreaza@luz.ve

Prepared for delivery at the 1995 meeting of the Latin American Studies Association, The Sheraton Washington, September 28-30, 1995.

INTRODUCCION

La libertad de expresión nació a finales del siglo XVIII, como derecho humano de la primera generación o derecho individual, sin embargo, a través de la historia ha venido a ser uno de los derechos humanos básicos, indispensables e inviolables, tanto a nivel societal (segunda generación) como nacional (tercera generación), dentro de un sistema político democrático. Con el transcurso del tiempo, el derecho a informar (o libertad de expresión) se ha complementado con el derecho a recibir información, lo cual permite y asegura el flujo multidireccional (o al menos bidireccional) de la información a través de los medios de difusión, información y/o comunicación al alcance del individuo, los grupos sociales, o los pueblos y naciones. De allí que, teoricamente, quien ejerza activamente su derecho a (recibir o difundir) la información, tendrá el conocimiento social necesario no sólo para discernir y elegir entre la multiplicidad de opciones que ofrece una sociedad democrática, sino para orientar sus propias acciones (políticas) en presente y a futuro; lo cual le permitiría acceder en cierta medida a alguna cuota de poder, porque, hoy en día, quien controla la información, tiene también el control del poder (económico, político, cultural, social, militar).

El derecho a la información es, por tanto, inherente a la democracia desde sus inicios, e imprenscindible para el ejercicio efectivo del sistema democrático hoy en día. Teoricamente, en el "gobierno del pueblo", el derecho a tomar decisiones políticas es un derecho ejercido por todos los ciudadanos, en igualdad de condiciones, y previo conocimiento del hecho social en sí:

"La relación entre difusión de la información, conocimiento social de los hechos y control del poder es hoy día uno de los elementos decisivos del sistema democrático.....Dentro del esquema de democracia representativa, las funciones controladoras de la sociedad resultarían imposible sin la existencia de un intermediario--el medio de comunicación moderno--que posibilite la información sobre los hechos determinantes para el ejercicio del poder". [1]

Sin embargo, en la realidad, los sistemas democráticos en la actualidad tienden a minimizar o entorpecer el derecho a la información de sus ciudadanos, no sólo a través de la "desinformación" u ocultamiento de los hechos sociales que se dan en la vida pública, sino también a través del manejo monopólico de la información: la propiedad privada y/o estatal de los medios de comunicación han sido factores que han impedido, en lugar de favorecer, el libre acceso del ciudadano común a ejercer con efectividad su derecho a recibir y/o difundir información, lo cual no sólo le ha impedido el conocimiento social necesario para su posterior toma de decisiones políticas, sino cualquier acceso--por ínfimo que sea--a cuota de poder alguno. Por otra parte, al estar o permanecer desinformado, al ciudadano común también se le impide el ejercicio de los otros derechos individuales o sociales que le otorga, en teoría, el sistema democrático a través de las garantías contitucionales, como lo son el derecho a la integridad de la vida, a la seguridad, a la educación, al trabajo, a una vivienda digna, a mayor participación ciudadana, entre otros.

Norberto Bobbio señala como las sociedades democráticas modernas amenazan el sentido político y social de la democracia: la visibilidad y la transparencia de la función pública es deformada a través de la "invisibilidad del poder", la ideología de la ocultación y la privatización de lo público. En tal sentido, afirma:

El Estado democrático es el Estado donde la opinión pública debería tener un peso decisivo para la formación y el control de las decisiones políticas. El político democrático es uno que habla en público y al público, y por tanto debe ser visible a cada instante...[2]

Este "deber ser" de la democracia se contradice en la práctica cotidiana cuando el ciudadano común tiene cada día, no sólo menos acceso a los medios de comunicación (privados y/o estatales) para poder ejercer su derecho a difundir información, sino cuando a través de la ideología de la ocultación, se le niega el derecho a estar medianamente informado. Y usualmente, el poder de (difundir o recibir) la información lo ejercen los sectores, que a su vez, detentan el poder político, militar y económico: doble ejercicio del poder de unos pocos privilegiados en detrimento del derecho a la información del resto de los ciudadanos. Abuso de poder que lesiona la esencia misma de la democracia:

Entre las diversas formas de abuso de poder está, actualmente, la posibilidad por parte del Estado de abusar del poder de la información, distinto del poder clásico que era individualizado esencialmente en el abuso de la fuerza. Se trata de un abuso de poder tan distinto y nuevo que deberían imaginarse y ponerse en práctica nuevas reglas sobre los límites del poder del Estado".[3]

El abuso de poder en el control de la información, aún en las auto-denominadas sociedades democráticas ha convalidado diversos mecanimos de ocultamiento y deformación de la realidad como son los siguientes, entre otros:

1) criterios de selección del hecho noticioso, según los intereses políticos y económicos del sistema transnacional de información (el monopolio de las agencias noticiosas internacionales determinan qué, dónde y cuándo algo es "noticiable").

2) El uso de etiquetas, adjetivos y definiciones persuasivas como método político para estigmatizar al adversario político (especialmente, durante los períodos de guerra "fría" o caliente, de "alta o baja intensidad", los noticieros impresos o audiovisuales determinan las simpatías o antipatías hacia determinadas posiciones ideológico-político-militares).

3) La distorsión de la noticia como recurso sistemático de la información noticiosa internacional, especialmente cuando los medios de información de los países del Norte (Oeste) informan sobre los países del Sur (Este).(Sería interesante conocer si se han producido cambios significativos en el flujo de noticias internacionales luego de la caída del muro de Berlín en 1989).Esta distorsión se manifiesta de diferentes formas, tales como:

a) la magnificación de un hecho intranscendente o la minimización de un hecho transcendetal, de acuerdo con la coyuntura específica de cada país o región;

b) el manejo fragmentario de la información, especialmente en noticieros o reportajes audiovisuales;

c) la valoración negativa de los logros positivos de países con tendencias políticas contrarias al sistema internacional de información;

d) la presentación negativa o peligrosista sobre países del Tercer Mundo, así como de grupos o individuos--generalmente minorías étnicas o sociales--ante los cuales los intereses de los individuos, grupos y países del mundo desarrollado estarían siendo lesionados.

e) la desinformación o ninguna información sobre hechos negativos que involucran a los países desarrollados, o para cuyos intereses trabajan las agencias noticiosas internacionales.[4]

Frente a este panorama, la sociedad civil ha intentado diversos mecanismos para subvertir el "viejo orden informativo". En la década de los setenta se intentó a través de los organismos internacionales, tales como las Naciones Unidas, la UNESCO, la Organización de Estados Americanos, e instituciones afines, convocar para la creación de un "Nuevo Orden Informativo Internacional", con el fin de desbloquear el sistema comunicacional unidireccional, vertical y monopólico en el ejercicio del derecho a la información a nivel mundial: crear alternativas comunicacionales, tanto a nivel de la estructura de los medios, como de la propiedad de los mismos, alternativas frente al monopolio de las agencias noticiosas y su subsecuente flujo de información, fueron algunas de las propuestas del Informe MacBride (1980). Sin embargo, la realidad demostró que sin una transformación radical del "orden económico internacional",y de la "división internacional del trabajo", de los capitales, de los recursos humanos, y en suma del poder político-militar, era tarea casi imposible un cambio estructural en el "orden informativo internacional".

A niveles locales y/o nacionales, los grupos sociales organizados lograron la puesta en marcha de medios alternativos de comunicación e información para intentar desbloquear la "política de la desinformación" orquestada por los gobiernos democráticos y/o militares en diversas regiones del globo. Fué la época del auge de la "comunicación alternativa, participatica, popular, comunitaria", la cual se desarrolló con mayor ímpetu durante las décadas de los setenta y los ochenta en los países (o sectores marginales) del llamado "Tercer Mundo".

I.- COMUNICACION ALTERNATIVA COMO EXPRESION POPULAR DEL DERECHO A LA INFORMACION.

Frente a la comunicación tradicional (surgida en la década de los treinta y los cuarenta, como propaganda política y motivacional durante la Segunda Guerra Mundial, y continuada con la explosión publicitaria-comercial-consumista-transnacional de la década de los cincuenta y sesenta), se opusieron formas alternativas de comunicación promovidas, dirigidas y auspiciadas por grupos sociales organizados, o movimientos de liberación nacional en diversos países de Africa, Asia y América Latina. Como alternativa al tradicional esquema "lasswelliano" de "quién dice qué a quién con qué efecto", la comunicación alternativa pretendía romper los viejos paradigmas, las enhiestas estructuras de poder, y los anacrónicos sistemas de propiedad de los medios, a fin de permitir a los sectores populares organizados alrededor de objetivos concretos de lucha, emitir, transmitir, difundir y recibir respuesta a sus mensajes creados y re-creados al calor de la lucha cotidiana.

Dentro de este contexto, si el control de la información se entiende como control del poder político y económico nacional y/o transnacional para beneficio de los intereses particulares de los sectores dominantes; la comunicación alternativa permite, al desbloquear el ruido de la desinformación, un proceso integral de liberación nacional para el beneficio colectivo de los sectores populares. En tal sentido,

alternativo es todo lo que representa una opción ante lo establecido, y este es precisamente el aporte de la comunicación alternativa, surgida como una respuesta creada por grupos sociales marginados frente al sistema dominante (compañías transnacionales).[5]

Sin embargo, como lo señala José Vidal-Beneyto, lo alternativo en el ámbito comunicacional, puede asumir diversas perspectivas y diferentes ángulos, de allí que la oposición frente a lo dominante puede localizarse: a) en el medio en sí mismo, tanto en el sistema de propiedad del medio, como en su modelo de inserción social; b) en lo transmitido por él, a través del mensaje-contenido-texto, que involucra y explicita la "intra-con-textualidad" (informa no sólo el escueto "qué", sino explicita los "por qué" del hecho informado) con un lenguaje propio; o c) en el propósito de su intervención hacia el cambio estructural de la situación (contexto) social donde es producido: propósito u objetivo colectivo generado en comunidad hacia el logro de intereses y luchas comunes.[6]

Lo alternativo involucra también: d) una estructura democrática en la organización--no jerárquica ni piramidal--en la distribución de tareas y objetivos; y e) en principio, una ruptura del tradicional modelo emisor-receptor, pues lo participativo de este tipo de comunicación se evidencia en la retroalimentación estructural (diferente al modelo tradicional de "cartas o llamadas al director", o los programas de concursos con participación del público) que garantiza que el emisor-receptor puedan ser, al mismo tiempo, un mismo sujeto o actor social--sin caer en el monólogo, ni en el monopolio--dado lo colectivo de su estructura, mensaje y propósitos, garantizando de esta manera el acceso directo a la información. Dentro de este contexto, el medio de comunicación alternativo--como partícipe y promotor de la lucha en común--crea un fuerte sentido de pertenencia entre los actores-emisores-receptores de dicho medio.

A estas características se podrían añadir, algunos rasgos estructurales, tales como: propiedad en manos de organizaciones sociales; financiamiento independiente de la publicidad comercial; tecnología comunicacional al servicio del pueblo para expresar su propia realidad social; flujos horizontales multidireccionales de comunicación; distribución y circulación al margen de los circuitos comerciales establecidos; amplio acceso de sectores sociales en el proceso de emisión y transmisión de mensajes; conexión a los procesos educativos, organizativos y de movilización populares en estrecha vinculación con la práctica social y política del grupo.[7]

La comunicación alternativa es entonces, en oposición a la comunicación tradicional (transnacional): horizontal, bi-multidireccional, participativa, propiciadora del diálogo, y--en la mayoría de los casos--marginal y oposicional al sistema político dominante. La duda, todavía irresuelta, surge cuando el grupo o pueblo que luchaba por su liberación triunfa y se convierte en poder en su comunidad o país: puede, entonces, seguirse hablando de comunicación alternativa?. O cuándo se cuestiona la alternatividad de un medio en sí mismo o en cuanto a su contenido en su relación al poder del cual depende: es alternativo y oposional frente al poder político dominante, pero, también, obediente frente a las estructuras partidistas de su propio grupo del cual es su vocero: puede, en este caso, ser o nó alternativo simultaneámente?.

Hoy en día, a escasos cinco años del siglo XXI, la definición exacta y la pertinencia de la comunicación alternativa es todavía motivo de ardua discusión. Como apunta Vidal-Beneyto, ante la imposibilidad de "pronunciarse de manera absoluta sobre la condición universalmente alternativa de ningún medio ni de ningún contenido"... pareciera que la validez de lo alternativo depende de

la interrelación entre las características del medio, la naturalera del fin y las condiciones del contexto social en que se produce o interviene la comunicación...Lo popular...se instituye en piedra angular de todo el discurso. Lo alternativo o es popular o se degrada en juguete y máquina de dominio. Y popular quiere decir que hace posible la expresión de las aspiraciones y expectativas colectivas producidas por y desde los grupos sociales de base.[8]

En el centro de esta discusión sobre la pertinencia de los medios alternativos de comunicación se encuentra la conceptualización teórico-práctica de la realidad salvadoreña. Por varias décadas el poder económico condicionó el funcionamiento de los medios de comunicación en El Salvador: los medios impresos, cadenas radiales y posteriormente las plantas televisoras fueron entendidas como

empresas productivas destinadas a obtener y fundamentalnente a cumplir un rol en el marco político e ideológico en la sociedad salvadoreña...Siendo, entonces, estos medios de comunicación, instrumentos para acaudalar capital y poder y estando bajo el control de familias acaudaladas, era obvio esperar que estos representarían política e ideológicamente los intereses de una minoría que controlaba el poder económico y político del país.[9]

La estrecha imbricación estructural entre poder político/económico y militar en El Salvador, permitió que durante toda su vida republicana, la violación sistemática de los derechos humanos de los sectores más desprotegidos de la sociedad salvadoreña (campesinos, indígenas y obreros, principalmente) pretendiese ser silenciada sistemáticamente, en los medios de comunicación, bien por complicidad--como lo señala Valencia--,o bien por la censura gubernamental, a través de los atentados contra los periodistas o las instalaciones de los medios oposicionales que denunciaban, aún a riesgo de sus propias vidas, tales violaciones, como los diarios "El Independiente" , "La Crónica del Pueblo", "Diario Latino", o las emisoras "Radio Católica YSAX", "Radio Venceremos" y "Farabundo Martí", especialmente en la década de los ochenta.

Conocer brevemente la historia que se pretendía ocultar al resto de la población salvadoreña, latinoamericana y al mundo en general es importante, para comprender la significación del rol desempeñado por los medios de comunicación alternativos en El Salvador, y en especial, del Sistema Radio Venceremos durante el período de guerra civil (1981-1992); así como también vislumbrar su perspectiva futura luego de la firma de los Acuerdos de Paz en Enero de 1992, los cuales dieron inicio al "proceso de reconstrucción y reconciliación nacional" en la estructuración de un gobierno democrático en El Salvador.

II.- EL SALVADOR: HISTORIA INCONCLUSA.

Diversos autores coinciden en afirmar que la más reciente guerra civil sufrida en El Salvador tiene su origen en lo más remoto de la historia centroamericana y nacional. La brutalidad de la conquista española y el autoritarismo colonial, con su secuela de injusticias humanas, sociales, económicas y culturales, fueron las bases en las cuales se consolidó la sociedad post-colonial y neocolonial. De allí que los sectores más desprotegidos de la población salvadoreña (índigenas, campesinos, obreros) intentaran, en diferentes períodos y de diversas maneras, manifestar sus protestas frente a la violación sistemática de sus derechos civiles básicos: en particular el derecho a la tenencia de la tierra, a la educación, al empleo, a la salud y a la integridad de la vida misma. Como bien lo señala el sacerdote jesuíta y filósofo Ignacio Ellacuría, mártir él mismo de la guerra fraticidad en El Salvador,

a lo largo de la historia, tanto en el período colonial como en el independiente, han habido conatos de protesta [por el] cambio de una situación que se hacía insostenible objetivamente, sea para determinados grupos sociales, sea para el conjunto de la población. [10]

Desde el principio, la falta de unidad geográfica e histórica y las luchas internas entre las diversas poblaciones indígenas, favorecieron y facilitaron la brutal conquista y colonización europea. En el año de 1522 el "territorio de lo que hoy es la República de El Salvador fué divisado por primera vez desde el Oceáno Pacífico cuando el piloto Andrés Niño llegó al golfo que bautizó con el nombre del Golfo de Fonseca, en honor a su protector".[11] Sin embargo no fué fácil la conquista de dicho territorio, debido a la aguerrida defensa que de sus tierras hicieron los pipiles, primeros pobladores de El Salvador. El 8 se junio de 1524 el conquistador Alvarado sostuvo la primera batalla en el puerto de Acaxual (hoy Acajutla); en 1525, Gonzalo de Alvarado intenta por segunda vez fundar un primer asentamiento en Cuscatlán (hoy San Salvador); y sólo es en 1528, cuando en la tercera y última batalla, logra la derrota militar de los pipiles, y proceden a repartirse entre los conquistadores españoles el territorio y la población de Cuscatlán. Sobre el particular, Rodolfo Cardenal, S.J, apunta:

La conquista de la Centroamérica mesoamericana resultó más difícil que la del imperio Azteca porque la población no aceptó pacíficamente a los conquistadores, sino que les ofreció resistencia militar...así, para conquistar los reinos y señoríos de Cuscatlán fueron necesarias tres expediciones y aún así siempre hubo revueltas (y guerras en toda Centro América durante los años 1526, 1528, 1537). La resistencia a la conquista se prolongó durante dos décadas hasta 1540. [12]

El genocidio y etnocidio cultural, económico y social, cometido contra los pueblos indígenas en Centroamérica, sentaron las bases del sistema colonial español. Este se caracterizó por el uso de la encomienda y el repartimiento para someter a esclavitud y servidumbre a la población indígena, facilitando así la usurpación de sus tierras en beneficio de los terratenientes ibéricos y luego de los herederos criollos. El sometimiento de los indígenas se logró en tres fases:

"la conquista militar que los derrotó; la conquista económica que fué el 'momento decisivo', y que los obligó a tributar despiadadamente, despojándoles de sus tierras y sometiéndolos a la esclavitud y ulteriormente a la servidumbre; y la conquista cultural e ideológica que realizaron con la evangelización, que terminó rompiendo en gran medida con la identidad propia de los mesoamericanos.[13]

Este sistema de expropiación de tierras indígenas para favorecer a los españoles y criollos sentó las bases latifundistas en el sistema de tenencia y propiedad de la tierra hasta nuestros días. Las guerras independentistas sólo contribuyeron a privilegiar esta estructura económica y política en beneficio de los criollos, en detrimento del resto de los demás sectores sociales y raciales (indios, mestizos y negros) que componían el grueso de la población campesina. En 1880, la ley de extinción de tierras comunales destruye definitivamente la manera tradicional índigena de tenencia de la tierra en El Salvador.

El fin del siglo XIX y principios del siglo XX estuvieron signados por numerosas revueltas en la región Centroamericana, no sólo a nivel de los sectores más desprotegidos de la población en la lucha por la obtención de tierras para su propia subsistencia, por mejores salarios y más dignas condiciones de vida; sino también a nivel de las élites dirigentes que se disputaban sus cuotas de poder político y económico dentro de la Unión Centroamericana y en sus relaciones internacionales con el imperialismo inglés y norteamericano, que determinaría desde entonces la importancia estratégico-militar y geopolítica de la región.

La agudización de las contradicciones internas y externas se exacerbaron a partir del final de la Primera Guerra Mundial y la experiencia de la Revolución Rusa, las cuales crearon expectativas entre los sectores de los trabajadores frente a las oligarquías liberales centroamericanas. Como señala Richard Adams,

La década de 1920 vio una continuación de las épocas de las reformas liberales que se hicieron en la década de 1870 en Guatemala y El Salvador, y que habían evolucionado hacia sistemas de trabajo forzado usualmente bajo regímenes dictatoriales. La meta del Estado era mantener un alto grado de orden en la población trabajadora que permitiera a los intereses agroexportadores-especialmente a los cafetaleros y a los beneficiadores- proseguir sus actividades económicas sin que fueran paralizadas por el malestar social. Sin embargo, los eventos en otras partes del mundo-especificamente la revolución Rusa y la depresión mundial- impusieron nuevas condiciones que tuvieron importantes consecuencias para las sociedaddes centroamericanas.[14]

Las luchas de clases se agudizaron y el movimiento de los trabajadores alcanzó un sorprendente grado de organización y apoyo popular. "La Federación Regional de Trabajadores, fundada por los sindicatos en 1924, llegó a contar con 75.000 afiliados, de los cuales gran parte eran campesinos atraídos por un programa político que proponía el reparto de tierra y la jornada laboral de 8 horas, entre otras demandas sociales"[15.] Aún cuando en 1930, se crea el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), las condiciones de vida y de trabajo del grueso de la población había llegado a níveles insoportables que generaban protestas y manifestaciones espóntaneas y populares. La baja en la demanda del café y mano de obra salvadoreña, generada por la depresión mundial de 1930, ocasionaron aún más la caída de los ingresos laborales. Ante tal situación, Miguel Mármol organizó a los trabajadores agrícolas con la colaboración de Jorge Fernández Anaya y Farabundo Martí, quienes ya había luchado en similares frentes en la vecina Nicaragua, al lado de Augusto Sandino. El levantamiento campesino se inició el 22 de enero de 1932, contra el regímen del General Maximiliano Hernández Martínez. La lucha fué desigual y sangrienta: los campesinos armados sólo con machetes se enfrentaron al ejército salvadoreño provisto de armas, municiones y la ayuda estratégica de los navíos norteamericanos "Rochester", "Skena", y "Vancouver". Los dirigentes fueron apresados y asesinados, entre ellos Agustín Farabundo Martí (fundador del PCS) y treinta mil campesinos, obreros y estudiantes fueron masacrados en uno de los peores genocidios cometidos en América Latina. Sin embargo, una vez sofocada la rebelión, el Gnal. Hernández Martínez continuó su política de terror y logró mantenerse en el poder por trece años más, con el apoyo de la oligarquía salvadoreña y el respaldo del gobierno norteamericano de turno.[16]

La masacre y derrota de los campesinos en 1932 aceleró el proceso de concentración de propiedad de la tierra en detrimento de las comunidades índigenas y los pequeños propietarios y en favor de los terratenientes. El período comprendido entre 1932 y 1959 se caracterizó por el aumento de la proletarización de los campesinos y el fortalecimiento de la economía de mercado y la mayor dependencia al capitalismo internacional.[17]

Tales desigualdades exacerbaron la crisis económica en la década de los 1960, en la cual se incrementaron los movimientos populares demandando reforma agraria, salario mínimo y condiciones de vida aceptables. Los campesinos desprotegidos tendían a emigrar hacia el departamento salvadoreño de Morazán, o hacia el territorio fronterizo con Honduras, situación explosiva que degeneró en la llamada "guerra del fútbol" (1969), cuando los salvadoreños fueron obligados a abandonar por la fuerza a Honduras, agudizándose aún más las protestas populares. En 1970 se incrementan las organizaciones campesinas, como la Federación de Campesinos Cristianos Salvadoreños (FECCAS) de Morazán, la cual demandaba al gobierno mejores salarios, y reformas auténticas en la tenencia de la tierra. El gobierno responde con mayor represión al crear una organización paramilitar, llamada ORDEN (Organización Democrática Nacionalista) con el objetivo de "poner fin a la subversión".[18]

De igual manera, en la década de los setenta, la Iglesia Católica, a raíz del Concilio Vaticano II y de las reuniones episcopales de Medellín y Puebla toma un papel más activo en la defensa de los sectores más desprotegidos en las Américas, y la Teología de la Liberación encuentra eco en la praxis diaria de sacerdores, monjas, laicos y obispos comprometidos.[19] Entre muchos otros, se destaca Monseñor Oscar A. Romero, Arzobispo de El Salvador, quien fué partícipe y protagonista comprometido con las luchas obreras y campesinas de El Salvador, a través de su acción y visitas pastorales a los sectores sociales más golpeados por la política del terror, y sobretodo a través de sus homilías dominicales transmitidas por la Emisora Católica YSAX, desde febrero 1977 hasta el 24 de Marzo de 1980, cuando fué vilmente asesinado en plena misa por el regímen que violaba los derechos humanos de sectores cada vez mayores de la población salvadoreña.[20]

También en la década de los setenta se consolidan las organizaciones político-militares de los grupos de trabajadores, campesinos, estudiantes y maestros opuestos al régimen de terror que desde 1932 había gobernado a El Salvador: en 1970 se crean las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), en 1971 el Ejército Revolucionario del Pueblo, en 1975 las Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional, en 1979 el Partido de los Trabajadores centroamericanos (PRTC). Todas estas organizaciones, junto al Partido Comunista Salvadoreño (el cual en 1961 había creado el Frente Unido de Acción Revolucionaria -FUAR-en el marco de las nuevas condiciones creadas por la Revolución Cubana), unirían esfuerzos y equipos al formar el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en Octubre de 1980 [21] , dando inició al conflicto armado que vendría a subvertir definitivamente el sistema político de terror y de injusticias sociales que habían comenzado desde la conquista.

Héctor Dada Hirezi sintetiza la significación de esta coyuntura en la historia salvadorña cuando afirma que:

El modelo hizo crsis a partir de finales de los años setenta, al perder sus bases materiales y políticas. La oligarquía tradicional, de base fundamentalmente agroexportadora, principal beneficiria del sistema, perdió su capacidad de controlar el proceso económico, primordialmente a causa de la crisis en que había entrado la economía internacional. Esta situación...privó también al Estado de los recursos necesarios para cumplir su tarea de sostén del proceso de sustitución de las importaciones.... En octubre de 1979, la Fuerza Armada dio un golpe de Estado que terminó de desintegrar la alianza de poder del viejo modelo autoriatario e intentó sustituirla por una nueva, mucho más concertadora, negociando la inclusión de las fuerzas políticas y sociales hasta entonces marginadas. Realidades externas, pero primordialmente la dinámica interna, hicieron que todos los esfuerzos hechos en esos momentos para encontrar una forma no violenta para transformar la realidad política del país fracasaran completamente. La dialéctica insurgencia-contrainsurgencia dominó el escenario hasta la firma de los acuerdos de paz.[22]

Es así como desde 1979 hasta 1992, reinó en El Salvador la cultura política basada en el terrorismo de Estado, cuya estructura social estaba polarizada y conflictuada, y el terror era el único medio de contención empleado contra todo intento de sublevación, frente a la dominación, la opresión y el exterminio de gruesos sectores de la población opositora. Desde 1979 a 1982 gobernó la dictadura militar abierta, y luego a través de elecciones fraudulentas, gobernaron civiles bajo el amparo de dictaduras militares parciales: Magaña (1982-84); Duarte (1984-1989); y Cristiani (1989-94).[23]

Cuando se funda el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) con las participación de las cinco fuerzas antes mencionadas, en Octubre de 1980, las posibilidades de diálogo cívico entre la sociedad civil salvadoreña y la sociedad político-militar eran francamente imposibles de sostener. Por otra parte, a nivel externo, el triunfo del gobierno sandinista en Nicaragua (1979) vislumbró la factibilidad de acceder al poder a través de la lucha armada con el apoyo popular de obreros, campesinos, y otros sectores marginales, a fin de lograr transformaciones radicales en todos los órdenes de la sociedad.

A nivel internacional, la agudización en la intervención diplomático-económico-militar del gobierno republicano de Estados Unidos (Reagan 1980-1988, Bush 1988-1992), convirtió la guerra civil salvadoreña en una confrontación politíco-militar de alcances desproporcionados, dado lo pequeño del territorio, lo escaso de la población (5 millones de habitantes), para los costos en vidas humanas asesinadas (se calculan 80 mil muertos y desaparecidos) y desplazadas hacia el resto de Centroamérica y el mundo (sólo en EE.UU. se calcula una población de 1 millón de salvadoreños). Como lo señala Figueroa:

El ejército salvadoreño va a depender casi totalmente de los suministros y la asesoría norteamericana para poder sobrevivir en su enfrentamiento con el FMLN. No tendrán las fuerzas armadas en Guatemala las consideraciones políticas que en el caso salvadoreño se tiene que hacer para mantener la cadena de aprovisionamiento militar: el Congreso de los Estados Unidos y las repercusiones que en su seno puedan tener una masificación del terror contra la población civil...Por otra parte, en el territorio pequeño y relativamente comunicado en El Salvador, se puede encubrir una gran masacre en un punto aislado, pero resulta difícil hacerlo con cientos de ellas: la masacre del Mozote [*] sólo pudo ser encubierta gracias a la complicidad del gobierno estadounidense.[24]

De esta manera, la ideología de la ocultación (de hechos e informaciones) por parte de los medios de comunicación oficiales, privados e internacionales; conjuntamente con la cultura y la política del terror practicada por el ejéricto salvadoreño, con el apoyo de los partidos políticos de la oligárquia, fueron el marco sangriento en el cual se desarrolló la historia salvadoreña desde que comenzó la "ofensiva final" del FMLN en Enero 1981 hasta la firma de los acuerdos de paz en Enero 1992: más de una década de guerra civil para intentar transformar las estructuras político-militares autoritarias, y las estructuras socio-económicas y culturales injustas y discriminantes. De allí, el papel protagónico desempeñado por los medios de comunicación alternativos en El Salvador antes y durante este período [los diarios "El Independiente" y "La Crónica del Pueblo", o la "Radio Católica YSAX", y las emisoras clandestinas "Radio Revolucionaria del Pueblo" (en 1980) "Radio Venceremos" (desde 1981) y "Farabundo Martí" (desde 1982)], en la denuncia sistemática y continua de las violaciones de los derechos humanos básicos a los sectores más desprotegidos de la sociedad salvadoreña, como en la defensa del proceso de democratización iniciado en El Salvador a partir de la firma de los acuerdos de paz en Enero 1992.

Previo a estos Acuerdos, se dieron las reuniones entre los presidentes centroamericanos con algunos cancilleres latinoamericanos (Panamá, Colombia, México y Venezuela) en la isla de Contadora (Enero 1983), en la cual se formuló una Declaración en la cual "se llama al diálogo y a la negociación como instrumentos eficaces para reducir las tensiones y establecer las bases para un clima de convivencia pacífica y respeto muturo".[25] En Julio 1985, el Grupo de Apoyo (formado por Argentina, Perú, Brasil Y Uruguay) terminó de definir una política latinoamericana para Centro América. Posteriormente, en el proceso de Esquipulas II (Mayo 1986) los presidentes centroamericanos "aprueban una declaración general sobre los problemas de la paz y el diálogo" en la región. Sin embargo, es durante la ofensiva de Noviembre 1989, cuando el FMLN entra y toma los barrios elegantes de San Salvador, y el gobierno salvadoreño, en represalia, bombardea los barrios marginales de la capital y asesina a seis jesuítas de la Universidad Centro Américana "José Simeón Cañas" y dos de sus empleadas, cuando ambas partes reconocen la imposibilidad de la victoria militar por parte de ningún bando, y deciden iniciar seriamente "la revolución negociada" que culminaría con la firma de los Acuerdos de Paz, entre el FMLN y el partido gobernante de extrema derecha ARENA, en Chapultepec, México el 16 de Enero de 1992, con la presencia de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad y otros organismos internacionales.

Entre los puntos más resaltantes de los Acuerdos de Paz, destacan: 1) el cese del enfrentamiento armado entre el FMLN y el ejército, lo cual se inicia el 15-12-1992, con la entrega y destrucción de armas por parte de los combatientes del FMLN.

2) La Reforma Constitucional, la cual se inicia el 20-1-92, donde se promueve la depuración de las Fuerzas Armadas; el cambio sustancial en el sistema educativo de a la Academia Militar, con la participación de civiles en el cuerpo de profesores; y la colaboración tanto por parte de las Fuerzas Armadas como del FMLN, con el trabajo la Comisión de la Verdad (dependiente de la ONU), en el esclarecimiento de los crímenes de guerra violatorios de los derechos humanos de la población civil.

3) La conversión del FMLN en un partido político legal, lo cual se logró el 14 de diciembre de 1992, permitiéndole así participar en las primeras elecciones libres o "elecciones del siglo" en marzo-abril 1994. (Posteriormente el FMLN, como partido político, sufriría modificaciones sustanciales en sus estructuras ideológicas y organizativas que provocarían su fisura y posterior rompimiento en Octubre 1994)[26] . El FMLN también se comprometía a cumplir el cese al fuego, lograr el regreso y re-incorporación de sus combatientes a la vida civil (a través de la dotación de tierras, fuentes de trabajo, oportunidades de estudio y capacitación, y facilidades para la adquisición de viviendas), y la legalización de sus emisoras "Radio Venceremos" y "Farabumdo Martí".

4) Para el logro de la desincorporación y desmovilización de los combatientes de ambos bandos se enunció un punto básico dentro de las Acuerdos de Paz, que retoma la bandera de lucha iniciada desde el proceso de la conquista: la transferencia de tierras para los combatientes del FMLN y del ejército. Este es uno de los puntos más álgidos de la agenda, que aún permanece incumplido en un 50 %, lo cual ha motivado protestas públicas de ambos grupos de combatientes a las puertas de la Asamblea Legislativa desde septiembre 1994 hasta la fecha.

5) Plan de reconstrucción nacional, que involucra todas las áreas de la vida nacional, especialmente la diversificación económica, y reacondicionamiento de la infraestructura destruída durante la guerra.

6) La eliminación de todas las policías represivas del Estado (lo cual se alcanzó el 31-12-94), y la creación de la Policía Nacional Civil, cuyos miembros serían formados en la Academica Nacional de Seguridad Pública.

7) Reformas sustanciales al Sistema Judicial: lo cual involucra el nombramiento de los miembros de la Corte Suprema de Justicia y Consejo de la Judicatura a través de la Asamblea Legislativa, para garantizar la imparcialidad de los nombramientos.

8) Reformas sustanciales al sistema electoral que garanticen elecciones realmente libres, legales y limpias. Se intentó cumplir con esta propuesta en las elecciones de marzo-abril 1994.

9) A nivel interno, se creó la Comisión por la Paz (COPAZ), constituída principalmente por representantes de los diversos partidos, la cual vigilaría la efectividad de las reformas políticas y económicas propuestas para la "reconstrucción nacional".

10) A nivel externo, la ONU creó un organismo internacional (ONUSAL) que vigilaría el cumplimiento de los acuerdos en el área militar, policial y en la defensa de los derechos humanos de la población civil. ONUSAL cumplió su cometido entre Enero 1992 hasta el 30 de Abril de 1995, cuando oficialmente retiró su oficina de San Salvador.[27]

Por cierto, es interesante observar, que según un estudio realizado por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA--del 11 al 19 de marzo de 1995--, la población civil salvadoreña considera que es precisamente ONUSAL una de las institución más confiable a la cual acudir en defensa de sus derechos humanos (27.7%), junto a las ONG (46,1%), la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (30.1%), la Policía Nacional Civil (28.5%).[28]

Tanto ONUSAL, como la COPAZ, y el resto de las instituciones políticas y sociales de El Salvador han hecho todos los esfuerzos posibles para que el período de transición hacia la democracia haya sido lo más fructífero posible en los pasados tres años (1992-1995). Sin embargo, éste ha sido un proceso democrático de "baja intensidad" o "restringido" [29] por cuanto todavía existen fuertes niveles de incertidumbre para el completo logro de todos los Acuerdos de Paz; el sector gubernamental tradicional (ARENA) continua detentando el poder político, siendo el FMLN una segunda fuerza bastante fragmentada debido a su proceso interno de división y debilitamiento. El logro de los acuerdos políticos-militares han sido contables, no así los logros económicos-sociales, pues todavía la mayoría de los sectores marginales en El Salvador, continuan careciendo de los mínimos servicios básicos que todo sistema democrático promete: derecho a vivienda adecuada, a carreteras transitables, a igualdad de oportunidades en la educación, el trabajo y la salud, al respeto y a la seguridad ciudadana. Como lo señalan Alvaro de Soto (asesor político del Secretario General de la ONU) y Graciana del Castillo (alta funcionaria de la oficina del Secretario General):

el caso salvadoreño ilustra la falta de transparencia y coordinación que se produjo al interior del sistema de la ONU cuando el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BM (Banco Mundial) no coordinaron con aquel organismo la implementación del programa de ajuste económico que apoyan y aconsejan, ilustra igualmente la negligencia de la ONU para informar a las instituciones del Bretton Woods sobre los Acuerdos de Paz.[30]

Los programas de ajuste económico fueron concertados por Cristiani (ARENA) con el FMI y BM durante la guerra, mientras que la ONU cuando se involucró en las negociaciones de paz a principios de 1990, no consultó con el FMI o el BM, las demandas financieras que el proceso de "reconstrucción nacional" y la rehabilitación económica de la post-guerra requerirían. De tal manera que en Enero de 1992, cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, el objetivo prioritario era "parar la guerra y alcanzar la paz duradera", pero ningún organismo (nacional o internacional) precisó "quién iba a pagar los costos de paz?". Ninguna institutción internacional parece dispuesta a financiar los puntos más álgidos de los Acuerdos como lo son la transferencia de tierra a los desmovilizados y desplazados civiles y militares, o a la creación de policías más efectivas y democráticas. En la actualidad, a tres años despues de los Acuerdos, es claro que "el programa de estabilización [y de ajuste económico] en El Salvador no es sostenible sin la paz, y una paz duradera no es posible sin la estabilización y la reforma estructural"[31]. Este es el reto que continua irresuelto en la historia aún inconclusa de la más pequeña nación centroamericana.

III.- RADIO VENCEREMOS: PROPUESTA DE ALTERNATIVA COMUNICACIONAL.

Uno de los logros más positivos que los Acuerdos de Paz han traído sin duda no sólo a El Salvador sino a toda Centroamérica es el renovado interés en los estudios históricos sobre la región. En 1994, FLACSO--programa Guatemala, Costa Rica y El Salvador--editó y publicó, bajo la coordinación general de Edilberto Torres-Rivas, la Historia General de Centro América en seis tomos que cubre desde la historia antigua hasta la historia más inmediata; en Septiembre de ese mismo año, FLACSO-El Salvador y el Departamento de Estudios Históricos y Antropólogicos de la Universidad de El Salvador ofrecieron el primer curso de "Actualización en Historia" a docentes e investigadores de diversos niveles educativos del país. En 1995, las Naciones Unidas han editado un exhaustivo tomo que documenta la misión desempeñada por la ONU en El Salvador desde 1990 hasta 1995, y Aldo Lauría-Santiago, del New School for Social Research, ha recopilado, en un ensayo bastante completo, las fuentes nacionales e internacionales accesibles para la investigación histórica sobre El Salvador, en la cual reconoce la actual dispersión de dichos documentos y fuentes bibliográficas y hemerográficas [32].Toda esta amplia profusión de proyectos investigativos para la recuperación de la memoria histórica del pueblo salvadoreño son cruciales para fijar nuevos rumbos en el proceso hacia la democratización del país y de la región centroamericana en general.

De allí que la memoria colectiva recolectada y archivada a través de los programas radiales, las publicaciones y los videos realizados por el "Sistema Radio Venceremos" durante el período de la guerra (1981-92) son de importancia vital para la indagación de primera fuente sobre los hechos e informaciones que la "ideología de la ocultación" de los regímenes dictatoriales pretendió silenciar impunemente durante este período. A través de este archivo histórico y centro de documentación, que está siendo organizado en San Salvador a través del "Museo de la Palabra", será posible tener acceso a los noticieros matutinos y vespertinos, a los programas humorísticos o históricos, o a los reportes en vivo de los combatientes urbanos y rurales que emitía "Radio Venceremos" desde el 10 de Enero de 1981 (fecha de la primera emisión) hasta su traslado a la capital en Junio de 1992, como emisora legal tras la firma de los Acuerdos de Paz.

De esta manera, es factible conocer de primera mano, la incidencia, importancia y trascendencia desplegada por las emisoras del FMLN ("Radio Venceremos" y "Farabundo Martí") en la promoción de la cultura por la paz--aún en medio de la guerra-- y por la defensa de los derechos humanos básicos de los sectores más vulnerados tanto durante el conflicto, como en este reciente período de transición.

Experiencias previas a "Radio Venceremos" lo fueron en la década de los cincuenta, "La Voz de Argelia Libre" (1956), órgano oficial del Frente Nacional de Liberación Argelino, en la lucha anticolonialista contra los franceses; las emisoras clandestinas del País Vasco, que trasmitían desde diversas capitales latinoamericanas las informaciones sobre sus luchas separatistas; "Radio Rebelde" (1958) en Cuba fué punta de lanza desde la Sierra Maestra para mantener la comunicación entre la población civil y los grupos insurgentes al mando de Fidel Castro y Ernesto "Ché" Guevara, para quien

la importancia de la radio es esencial. En el momento en que todos los habitantes de la región o de un mismo país arden más o menos entusiastamente por las ansis de combartir, la fuerza de la palabra aumenta esas ansias y la impone a cada uno de los futuros combatientes. Ella explica, enseña, existe, determina en los amigos y en los enemigos sus futuras posiciones. Pero la radio debe obedecer al principio fundamental de la propaganda popular, que es la verdad. Una pequeña verdad, aunque tenga poco efecto, es preferible a una gran mentira vestida de oropeles.33

En el resto de Latino América, aún permanece como interesante objeto de investigación el papel desempeñado por algunas emisoras privadas o arquidiocesanas como mecanismos alternativos, empleados por la población civil, para mantenerse informada y/o defenderse de las diversas dictaduras experimentadas en la región a lo largo de este medio siglo. Por ejemplo, en Centro América, a finales de los años setenta, "Radio Sandino" jugó un papel fundamental para mantener viva la lucha en Nicaragua, como información y propaganda en los "territorios liberados".[34]

En El Salvador, propiamente, ya se ha reseñado la importancia capital de las homilías pastorales transmitidas por Monseñor Oscar Romero a través de la Radio Católica YSAX, como foros denunciatorias de la violencia contra la población salvadoreña entre Febrero 1977 y Marzo 1980. Sin duda alguna, Monseñor Romero fué en verdad, y sin demagogia, la "voz de los sin voz", por ello cuando su voz fué silenciada el 24-3-80, una tribuna básica y vital quedó vacía. Esta fué retomada directamente por la dirigencia del FMLN, a través del primer experimento comunicacional en 1980 "Radio Revolucionaria del Pueblo", que sirvió de prueba piloto para la creación en 1981 de "Radio Venceremos" en el noreste Morazán, y en 1982 de "Radio Farabundo Martí" en el noroeste Chalatenango.

RADIO VENCEREMOS: VOZ OFICIAL DEL F.M.L.N. (1981-1992).

La experiencia de creación, trabajo y lucha desplegados por la "Radio Venceremos" ha sido expuesta testimonialmente en La Terquedad del Izote (Carlos Henríquez-Consalvi) y en Las Mil y una historias de Radio Venceremos (José Ignacio López Vigil).

"Radio Venceremos" nace como "emisora obrera, campesina y guerrillera" el mismo día que el FMLN lanza su "ofensiva final" (Enero 10, 1981), convirtiéndose desde el inicio en "la voz oficial del FMLN". Carlos Henríquez-Consalvi (Santiago) fundador-director-locutor principal de R.V. relata esa primera transmisión:

Empuño el micrófono, cierro los ojos. Nos imaginamos los rostros de obreros, campesinos, estudiantes, que hoy diez de enero empiezan a detectar esta señal guerrillera que toma el cielo por asalto, para anunciar que un tiempo nuevo ha comenzado:

-Transmite Radio Venceremos,desde Morazán, El Salvador, territorio en combate contra la opresión...

Para comenzar emitiremos el mensaje de la Comandancia General del FMLN que dejó grabado Atilio [Joaquín Villalobos dirigente del ERP]. Seguidamente improvisé llamados de incorporación a la lucha. Concluimos con un mensaje a los sectores cristianos, que da Rogelio [Poncele, sacerdote jesuíta belga que aún vive y trabaja en Perquín, Morazán] frente al micrófono:

-Ha llegado la hora. El pueblo, harto de sufrir tanto, ha decidido levantarse para conquistar su libertad!.

En ese mismo instante miles de salvadoreños luchan en todo el país. En las calles de la capital, en Chalatenango, San Vicente, Usulután, Cuscatlán, La Paz, San Miguel, Cabañas. Por todas partes se multiplican barricadas, emboscadas, mítines relámpagos, ataques a cuarteles, control de carreteras....La emisora es ya una realidad, un bullicioso y desafiante parto en la montaña.[35]

"Radio Venceremos", en este contexto específico, cumple con las caracteríticas que Vinal-Beneyto destacaba para definir un medio de comunicación alternativo y popular: la R.V. como medio en sí mismo, nace como un instrumento estratégico de propaganda política del FMLN, por tanto la forma de organización, de formación de sus miembros, y de funcionamiento de la emisora obedece a la estrategia político-militar de este específico momento histórico; por tanto, el mensaje-texto es fundamentalmente informativo, en el más extenso y completo sentido del término frente a la campaña de desinformación y ocultamiento por parte del régimen salvadoreño con el apoyo de las empresas transnacionales de la información; y finalmente cumple con el propósito explícito de concientizar y movilizar a la población civil salvadoreña hacia el logro de objetivos de lucha concretos (huelgas de obreros, campesinos o maestros, toma de carreteras, protestas populares) frente a la abierta agresión y dominio de la cultura del terror imperante, y por la búsqueda de una sociedad más justa y equitativamente democrática.

"Radio Venceremos" comienza a funcionar en las montañas de Morazán con un equipo técnico compuesto tan sólo por un antiguo transmisor "Valiant Viking", una antena dipolo, un motor con serios desperfectos, una grabadora de bolsillo, un sólo cassette de música revolucionaria y un micrófono. Transmitían por una hora a las seis de la tarde en FM y onda corta, usualmente bajo tierra o bajo fuego, "desde el propio sitio de los acontenimientos". El equipo humano estaba formado entre tres a quince personas: a "Santiago" director y voz principal de R.V., "Maravilla" corresponsal-reportero en las diversas posiciones del FMLN, y "Mariposa" enérgica y estusiasta voz femenina, se unieron en el transcurso de los once años de vida clandestina, Marvin Galeas (locutor y productor del programa humorístico "La Guacamaya Subversiva"), Ana Lidia (radista, redactora de noticias y técnico en sonido), "Marcela" (organizadora del archivo diario de los programas), "Jonás" (jefe del equipo de seguridad de R.V.), entre muchos otros trabajadores y estudiantes de la ciudad, y campesinos de Morazán (quienes posterior a las campañas de albafetización de R.V.), que fueron entrenados en el manejo técnico de los equipos, monitoreo de medios informativos,redacción de noticias y editoriales, cobertura de todas las acciones y sucesos en la geografía nacional a través de las unidades móviles, procesamiento y archivo de la información, análisis e incluso evaluaciones de inteligencia militar, o también en las labores de seguridad y abastecimiento de la emisora. Por otra parte, los emisores de mensajes, no sólo eran los líderes o comandantes del FMLN, sino también los combatientes en las diferentes zonas de El Salvador, o hasta parte de la población civil, quienes sintonizaban R.V., como acto de rebelión frente al régimen, aún a riesgo de sus propias vidas. En tal sentido, R.V. desde el comienzo quiebra el modelo tradicional y unidimensional "emisor-receptor", pues la relación entre locutores-oyentes se estableció y mantuvo como lazo de unión permanente no sólo durante la guerra, sino hasta después de ella. Un grupo importante en la organización interna de R.V. eran los "correos populares" entre los diferentes puntos de lucha, tanto urbanos como rurales, quienes, a través de ingeniosas formas, lograban hacer llegar a la redacción de la Radio, las informaciones más recientes de cada uno de los protagonistas de las diversas acciones populares: fuesen éstos combatientes, campesinos, obreros, maestros, profesionales o estudiantes. Todos sabían y esperaban que la información enviada a través de los "correos" en horas de la mañana a R.V. fuese informada por el noticiero de las seis de la tarde, o al día siguiente.[36]

Al año siguiente, en 1982, "Radio Venceremos" transmitía tres emisiones diarias: a las 6am, 12m, y 6pm; y en Chalatenango, era creada una emisora gemela "Radio Farabundo Martí", con la cual compartían boletines de guerra, editoriales y programas especiales (humorísticos, musicales, y entrevistas, entre otros). De esta manera, "Radio Venceremos" estableció desde el inicio una política informativa, que no sólo rompía con los esquemas propios de la "ideología de la ocultación" imperantes hasta en el momento en El Salvador, por parte de la prensa, radio y televisión propiedad de los miembros o simpatizantes del sector gubernamental, sino que abría la oportunidad para que la población carente del acceso a los medios de información pudiese difundir y recibir información "en vivo y directo desde el propio sitio de los acontecimientos". En Diciembre 1981, por ejemplo, fué "Radio Venceremos" el único medio que difundió nacional e internacionalmente los hechos acaecidos en El Mozote: pese al encubrimiento norteamericano o la negativa del presidente Duarte a reconocer la participación directa del ejército salvadoreño en el asesinato de más de 1.000 campesinos en el noreste de Morazán, "Radio Venceremos" logró reportar, narrando de primera fuente los sucesos y entrevistando a los pocos sobrevimientes del hecho, estos acontecimientos que sirvieron para remover las conciencias de los salvadoreños que todavía permanecían ignorantes de las atrocidades del gobierno, y de la comunidad internacional--incluídos los congresistas norteamericanos que aprobaban ayuda financiaria a El Salvador--sobre la violación de los derechos humanos mínimos de los sectores marginales en este país centroamericano.

A partir de esta fecha, la opinión pública internacional conocía la "otra cara" de la guerra civil en El Salvador, y no sólo la versión oficial del gobierno de Duarte. La "Radio Venceremos" se convirtió así en la fuente más inportante de información para conocer, por una parte, sobre las actuaciones de los escuadrones de la muerte, de las políticas de represión y terror contra la población civil por parte de las fuerzas armadas, y por la otra, la posición político-militar del FMLN, el mayor contendiente y opositor armado al gobierno. A través de "Radio Venceremos", la dirigencia del FMLN informaba sobre sus propias actuaciones en el frente de lucha y las bajas causadas en el ejército; explicaba las razones por las cuales se emprendían las acciones de saboteo y destrucción de obras públicas (carreteras, puentes, alumbrado, etc). Sobre el particular, es significativo el mensaje de la Comandancia General del FMLN radiado en Septiembre de 1983:

La discusión de la necesidad de descabezar totalmente al movimiento revolucionario y aniquilar sus principales bases y dirigentes fué un debate casi abierto en el ejército. Algunos de los secundadores de D'Aubuisson hablanban incluso de cien mil o más muertos, otros hablaban de de cincuenta o cuarenta mil. Finalmente, la tesis del Gnal. García, que recibió el respaldo norteamericano, se impuso. Y eso es la explicación a todo ese proceso de brutal represión que deja más de cuarenta mil muertos, medio millón de refugiados, miles de desaparecidos, centenares de presos políticos, más de tres años de estado de sitio, sindicatos y organizaciones gremiales destruídas y que concluye con las elecciones en las cuales el mayor Roberto D'Aubuisson [fundador de ARENA, y antecesor político de Alfredo Cristiani (1990-94) y Calderón Sol (1994-98)] jefe de los escuadrones de la muerte y asesino de Monseñor Romero, es convertido en presidente de la asamblea constituyente.[37]

Por otra parte, aún en medio de la guerra, el FMLN a través de "Radio Venceremos" exhortaba a la opinión pública nacional e internacional a concretar acciones tendientes a lograr una paz duradera en la región, y a los sectores populares a luchar por tomar conciencia sobre la situación de opresión, a fin de organizarse y mobilizarse para alcanzar por sí mismos una sociedad donde se respetaran los derechos democráticos de las mayorías. En la transcripción del 4-6-1986, el comunicado del FDR-FMLN al pueblo salvadoreño y a la comunidad internacional enfatiza que:

La paz es una reinvidación de todos los pueblos, la constitución de la paz pasa necesariamente por una solución nacional que tenga como base la independencia y la autodeterminación de nuestro pueblo. La paz es soberanía nacional. No hay paz con injustcia social, mientras haya injusticia no habrá paz. En El Salvador, se necesita una confrontación profunda del régimen de injusticias económicas y sociales, que hacen a unos pocos privilegiados, viviendo en exhorbitantes lujos, mientras el pueblo trabajador vive en el hambre y la miseria. Mientras haya injusticia no habrá paz, sólo habrá paz cuando los hijos de los trabajadores tengan segura su comida, vivienda y educación: la paz es justicia económica y social.[38]

El equipo de Radio Venceremos, además, elaboraba editoriales y reportajes especiales donde explicaba la significación de los hechos del día acaecidos en El Salvador, en Centro o Sur América o en el resto del mundo, a la luz de la política internacional. La contextualización de las noticias se lograba, primero a través del trabajo diario realizado por el equipo de monitoreo de las diferentes emisoras nacionales o internacionales captadas por las radistas o a través del "correo popular", y luego a través del estudio y análisis de estas informaciones, a cargo de los locutores-redactores de la Radio. Era un trabajo que comenzaba desde el amanecer y concluía pasada la medianoche de cada día. En el "Museo de la Palabra"--archivo histórico y centro de documentación que contiene los materiales producidos por "Radio Venceremos" durante el período de guerra--están archivados los cassettes, videos, revistas y material impreso elaborado por el "Sistema Radio Venceremos" incluyendo las transcripciones escritas de los programas radiales, de las cuales extraemos como ejemplo ésta (tomada al azar), con fecha 21-4-1986, donde se reporta:

Esta es RV, voz obrera, campesina y guerrillera, en esta emisión tenemos un resumen de las principales acciones militares de la semana que ha concluído, también tenemos informaciones militares de diferentes puntos de territorio nacional, y como siempre denuncias sobre las actuaciones del ejército títere, denuncias sobre escuadrones de la muerte en lanchas de la marina nacional, y atención, también los compañeros de "La Guacamaya Subversiva" nos informan que Rosi Arrastrillo dará un informe desde las propias instalaciones de Agroexpo 86. También tenemos cartas procedentes de Bélice, y desde otros puntos de América Central. Hoy daremos lectura a una de estas cartas, en nuestro espacio "Correo Popular", y algunas informaciones que ligan a la esposa del Gnal. Bustillo con bandas de estafadores.[39]

Usualmente el campamento de la "Radio Venceremos" estaba ubicado en la zona montañosa de Perquín, Departamento de Morazán (donde ahora se encuentra el "Museo de la Revolución"). Esta ubicación permitía la elaboración de programas especiales, fruto del trabajo literario y de investigación histórica del equipo estable de la Radio. Se produjeron así programas humorísticos como "La Guacamaya Subversiva", con el estilo de las radionovelas donde se caricaturizaba las actuaciones de los oficiales militares nacionales o embajadores norteamericanos; programas musicales con la participación de grupos artísticos de la región, como "Los Torogoces de Morazán"; programas especiales con la participación de los niños y pobladores de la región, donde ellos eran los productores y locutores del programa; concursos de poesía y cantos entre los oyentes; misas y sermones a cargo de los sacerdotes Rogelio Puncele y Miguel Ventura; reportajes históricos, donde se comenzaba a "democratizar la historia", quebrando la cultura del miedo, y abriendo espacios para el debate sobre aspectos cruciales en la comprensión de la historia salvadoreña, con el apoyo de la escuela política y del teatro popular; al respecto "Santiago" escribe:

A veinte minutos del campamento está el bombardeado y abandonado pueblo de Arambala. Allí se ha instalado la escuela política donde cada compañero pasará algunas semanas para convertirse en un "combatiente organizador del pueblo". Es un esfuerzo educativo que será la base del plan de expansión para integrar al pueblo a la lucha, en todo el país y en todas las fuerzas posible.

Balta y Marisol están al frente de este proyecto. En cada casa se han instalado las aulas de esta gran escuela. En la mañana se imparten las clases teóricas sobre el desarrollo histórico de la sociedad, se debate sobre la coyuntura política o se desarrollan aspectos de cultura general. En las tardes, el tema del día es representado en una obra teatral:la lucha indígena neocolonial, la explotación en la corta del café, la acumulación oligárquica de la tierra y de los frutos del trabajo. Cada obra teatral está acompañada por diálogos cantados que hubieran impactado a Bertold Bretch. Los actores se han confeccionado un vistoso vestuario con lo característico de cada personaje: doña oligarquía, el tío Sam, el panzón coronel, el cacique Atonal o el conquistador español.[40]

El "Sistema Radio Venceremos" además promovía a nivel local campañas de alfabetizatición, y a nivel internacional, campañas de solidaridad, con el apoyo del colectivo de cine y televisión que produjo más de una veintena de documentales, los cuales obtuvieron premios en diferentes festivales de cine internacional (Alemania, Cuba, U.R.S.S, Francia, Checoeslovaquia, España); revistas e impresos como "Señal de Libertad", y "Venceremos"; y el Comité de Información Internacional (COMIN) con sede en diversas capitales de Centro y Sur América. De allí que tanto el comité diplomático y político del FMLN, como los Comités de Solidaridad con El Salvador en diversos países en el mundo contaban con un material invalorable para presentar, a jefes de estado y/o ciudadanos comunes, la información completa de cuanto acontecía en la república más pequeña de Latino América.

Como lo afirmaban los textos en las paredes de Ciudad Barrios (22 mil habitantes) del Departamento de San Miguel, "estar desinformado es estar desarmado, escucha 'RADIO VENCEREMOS'" [41.] Sintonizar la R.V. constituyó, desde entonces, un acto de valentía y de rebeldía por parte de la población civil salvadoreña simpatizante o militante de las luchas revolucionarias del FMLN: oir la R.V. era arriesgar la vida si era descubierto en su sintonía por las policías nacionales o los escuadrones de la muerte; pero también era un motivo de estímulo, y aliento para los presos políticos, o los obreros, estudiantes o campesinos en pie de lucha, dispersos por la geografía salvadoreña. Los oyentes, entrevistados hasta ahora, como Omar Joachín (combatiente urbano y luego preso político en la cárcel de Santa Ana), Cledis Molina (exiliada en Nicaragua y trabajadora del COMIN), José Luis (estudiante de la UES), Mario Inclán (ex-diputado progresista en la Asamblea Legislativa), José Domingo Mira (habitante de la zona residencial Escalón en la capital), Ana Luna (bibliotecaria de la UES, y residente del barrio Mexicanos de San Salvador), o Marta de Sandoval (viuda del propietario de una tenería en Santa Ana, asesinado por los escuadrones de la muerte)[42] , concuerdan en afirmar, a pesar de sus situaciones sociales y vivenciales tan disímiles, que la "Radio Venceremos" fué para ellos instrumento de educación por la paz y la democracia (prácticamente desconocidas para la gran mayoría de la población salvadoreña), y fuente de animación y de motivación para organizarse y participar en sus diferentes grupos sociales o de trabajo. En tal sentido, el propósito de este medio de comunicación alternativo (frente a la política gubernamental) estaba explicitamente dirijido a lograr no sólo cambios actitudinales o del comportamiento en la población, sino a coadyuvar en la transformación radical de la situación política, social y económica que había llevado a El Salvador a este conflicto armado.

Sin embargo, también la existencia misma, los mensajes y el propósito de Radio Venceremos fueron motivos de preocupación, desasosiego y a veces desespero para algunos miembros del gobierno y del ejército salvadoreño y norteamericano. La armada norteamericana trató de interferir con ruidos, goniómetros, y otros recursos técnicos la señal de R.V. en diversas ocasiones, frente a las cuales el ingenio popular del equipo de R.V. logró sobrevivir técnica y humanamente a todas estas acciones de sabotaje. El caso extremo fué el Coronel Domingo Monterrosa (ejecutor de la masacre de El Mozote) quien intentó de diversas maneras destruir a la emisora, y tanta fué su obsesión que en Octubre de 1984, murió en el operativo especial que había montado para capturar uno de los trasmisores de R.V. Para el Ministro de Defensa, Gnal. Rene Emilio Ponce, quien personalmente siempre se negó a escuchar a R.V., "el coronel Monterrosa la escuchaba demasiado", y acota:

En términos psicológicos, sociales y políticos, el FMLN utilizaba bien la radio. Ellos la utilizaron para convencer a mucha gente de que los apoyara. Según nosotros, era el arma de propaganda más fuerte que ellos tenían para construir la moral de sus combatientes. Ellos la utilizaron para ganar apoyo.[43]

De allí que uno de los puntos neurálgicos tratados en los Acuerdos de Paz fué precisamente el cese del enfrentamiento armado unido a la legalización del FMLN como partido político, y a la legalización y traslado a la capital de sus emisoras "Radio Venceremos " y "Farabundo Martí".

Desde Junio 1992, "Radio Venceremos" cambió su sede desde el campamento rural en las montañas de Morazán a una casa alquilada en el centro de San Salvador. El cambio no es sólo geográfico, sino práctico (ahora deben cancelar cuentas de luz, agua y otros servicios públicos; obtener permisos legales y técnicos para la instalación de estudios y transmisores, y certificados de locución; y pagar sueldos y salarios a su personal), y sobretodo de filosofía y política comunicacional. Conservar su carácter de radio alternativa y popular en medio de la competencia de las otras emisoras comerciales de la capital y del país es el reto de la postguerra: practicar la paz y la democracia como opción y acción propia es la meta actual.

RADIO VENCEREMOS: DE MORAZAN AL VOLCAN.

"Más peligroso que las bombas es no romper esquemas"-declaró "Santiago" ante una reportera de The Angeles Times en una entrevista concedida en marzo de 1992, agregando:

"En este nuevo período de paz, Radio Venceremos continuará perteneciendo al FMLN y promoviendo sus puntos de vista...pero no será una máquina de propaganda del partido... Estaremos abiertos a las diferentes corrientes de pensamiento y de debate. Ya no necesitamos ser por más tiempo la voz de la Comandancia General, porque ahora si quiere definir su posición política simplemente convoca a una conferencia de prensa. En Morazán éramos su única vía... La radio [R.V.] será mucho más independiente. El FMLN necesita rodearse de un ambiente crítico...El peligro está hora en hacer una radio dogmática y rígida; el peligro está en no lograr transformar una radio guerrillera en una radio moderna al servicio de la sociedad civil, y en seguir creyendo como creíamos en 1981 que éramos los poseedores de toda la verdad".[44]

Si para El Salvador el período entre 1992-1995 ha significado una época de transiciones y cambios, que oscilan entre logros y desaciertos, en el díficil aprendizaje de la educación para la paz, la democracia, y la defensa de los derechos humanos de la población en general, para el FMLN como partido político, y para sus radios "Venceremos" y "Farabundo Martí", dicho período ha significado todo un proceso de redefinición no sólo de estrategias de supervivencia, sino de sus principios básicos en su lucha por lograr la democracia social, política y económica real que con tanto denuedo y valor buscaban.

De ser una "radio obrera, campesina y guerrillera" y por tanto rural, propagandística y alfabetizadora, la "Radio Venceremos" se ha enfrentado al reto de ser una radio comunitaria, popular, alternativa en la ciudad, donde lo urbano marca pautas diferentes en la emisión de noticias, musicales, editoriales, y reportajes especiales. Y por sobretodo, de un período de guerra, se ha pasadao a una etapa de transición hacia la paz, la cual está basada en acuerdos nacionales e internacionales, que es preciso cumplir por definición existencial.

De allí, que haya habido cambios sustanciales en cuanto a la estructura de la radio en sí misma, a los mensajes-textos y al propósito explícito de la emisora, que redefinen su papel como medio alternativo y popular de comunicación. Sus propios directores son los más críticos de la radio en sí: Marvin Galeas, jefe de prensa de R.V. (antes y después), sostiene que ahora el reto de ser alternativo es mayor, pues durante la guerra, RV era alternativa sólo frente al discurso del gobierno, pero no frente al de la dirigencia del FMLN, del cual era su vocero oficial; ahora, como radio independiente, RV debe ser auténticamente alternativa frente a los discursos políticos de derechas e izquierdas, y romper con el discurso comunicacional que definió a RV durante el período de guerra: "no se puede ahora vociferar como lo hacía antes Santiago, ni colocar el mismo tipo de música, ahora hay que adaptarse al nuevo ambiente político de reconciliación nacional, juntamente con el proceso de desmovilización y readaptación a la vida civil que casi todos los que trabajamos en RV estamos experimentando actualmente".[45]

Carlos Henríquez, "Santiago", insiste que "RV debe ser ahora un medio profesional, objetivo y pluralístico", donde se escuche al adversario político, y haya espacio para el debate real; por ello se han visto obligados a reinventar la emisora, y a estudiar cambios no sólo en el formato (ya no habrán más informaciones militares o comunicados de la comandancia general, por ejemplo) sino en el contenido (mayor variedad de música, diferente tipo de programación), para darle ahora mayor relevancia a la educación por la paz. [46] Las campañas emprendidas por RV ahora no están dirigidas a la toma de carreteras, al asalto de cuarteles, o la promoción de paros y huelgas; sino a promover campañas cívicas y ecológicas que involucren tanto a la población rural como urbana, como por ejemplo: rebajas en la tarifa del transporte estudiantil, avance o retroceso de la reforma agraria, preservación del patrimonio histórico-cultural en la remodelación de una urbanización capitalina, defensa ecológica del puerto de Acajutla, entre otras emprendidas entre 1992-1994. El formato a su vez debe competir por sintonía y audiencia con el resto de las casi setenta emisoras radiales salvadoreñas, aparte de las extranjeras. En 1992-93, el formato seguido por RV contenía los siguientes espacios, en su intento por construir una nueva radio:

De lunes a viernes:

5:00-6:00 am. RANCHO ALEGRE, espacio dirigido a población campesina.

6:00-8:00 am. PUNTO Y SEGUIDO, debates de actualidad del mundo político, debates públicos,entrevistas y reportajes, conducido por "Santiago" y Marvin Galeas.

8:00-9:30 am. PACO PROPONE. Música tranquila con P.Palma

9:30-12:00m. CONEXION DIRECTA. Espacio departicipación colectiva: comunicación con comunidades, gremios, etc.

12:00-12:45 pm. PUNTO Y SEGUIDO. Segunda entrega de noticias, reportes desde las unidades móviles.

12:45-1:00 pm. CUADRILATERO DEPORTIVO.

1:00-2:00 pm. TATUAJES EN TU MEMORIA. Música de los 50 a los 80 a petición del público.

2:00-4:00 pm. PACO TE OFRECE: propuesta musical.

4:00-5:00 pm. VOLVER A LOS 17. Música para gente joven.

5:00-5:15 pm. EL EXPRESO DE LAS CINCO. Noticias del día.

5:15-5:30 pm. CANTAN LOS ARTISTAS SALVADORENOS.

5:30-5:45 pm. Espacio dedicado a gremios y asociaciones.

5:45-6:00 pm. LAS TRES DE MODA (las tres canciones más solicitadas durante el día a la "Vence").

6:00-7:00 pm. LA CANCION LATINOAMERICANA.

7:00-7:30 pm. PUNTO Y SEGUIDO. Tercera entrega de noticias con Tony Fuentes y Alberto Caballero.

7:30-8:00 pm. MUSICA JUVENIL.

8:00-8:30 pm. MUSICA DE SIEMPRE.

8:30-9:30 pm. TIERNA ES LA NOCHE. (Lunes: sobre artistas,

Martes: sobre músicos salvadoreños, Miercoles: debate político; Jueves: sobre el sexo; Viernes: sólo mujeres).

9:30-ll:00 pm. LA NOCHE ES NUESTRA (Música).

Sábados: 7:30-l:00 pm. Un personale en la 'LA CUAVA DE LOS REFLEJOS': el perfil humano de políticos, escritores, artistas, o el personaje anónimo de la calle, presentados por Carlos Henríquez ("Santiago").

1:00-12:00pm. Diferentes programas musicales.

Domingos: 6:00-6:30 am. LA PALABRA DE LOS CRISTIANOS.(A cargo del sacerdote Miguel Ventura).

6:30 am-6:00 pm. Diferentes programas musicales.

6:00-7:00 pm. NOTICIERO PUNTO Y SEGUIDO.

7:00-9:00 pm. Música brasileña.

9:00-10:00 pm. JAZZ: LOS PASOS PERDIDOS.[47]

Como se observa la diferencia en cuanto a formato y contenido es radical, de ser una emisora de sólo tres transmisiones de cada hora cada una (6 am-12m-6 pm), se convierte en una emisora que transmite 18 horas seguidas. No sólo las condiciones físicas han cambiado, como se ha mencionado, sino también las condiciones materiales también: ya la Radio Venceremos no depende del sistema de abastecimiento del FMLN, gracias a la solidaridad internacional; ahora debe autofinanciarse para pagar cuentas, permisos y sueldos: por ello, el personal se reduce a su mínima expresión así como los gastos. El apoyo financiero de la Fundación Buntstift de Alemania, y el respaldo de ONUSAL y COPAZ a través de los precarios espacios publicitarios (anunciando los diversos programas y reformas dentro de la "reconstrucción nacional" como las ventajas de la desmovilización, implementación en el otorgamiento de tierras a los desmovilizados, programas de educación sobre los derechos humanos--habeas corpus, nujer, familia y niño, salud, vivienda, seguridad frente al abuso policial--) son los únicos medios económicos que la Radio Venceremos ha tenido desde 1992 para su subsistencia.En la actualidad RV ha pasado a ser un medio de comunicación "propiedad de un grupo de entidades sin fines de lucro y de carácter social, tales como: Conferación de Federaciones de la Reforma Agraria Salvadoreña (15% de la propiedad de la emisora), Promotora de Productores y Empresarios Salvadoreños (15)%, Asociación Salvadorenna para la Salud (15%), Programa de Capacitación para la Reconstrucción de El Salvador (15%), INELSA-para la investigación sobre el proceso democratizador en El Salvador (15%) y Centro de Capacitación para la Democracia (15%).[*] En general, para las instituciones culturales o comunicacionales al igual que sucede con las organizaciones políticas ex-clandestinas, la solidaridad internacional se observa bastante escasa en tiempos de paz. Los acuerdos de paz fijaron la obligatoriedad de legalizar las radios, y cambiar sus contenidos, ideología y organización guerrillera, hacia formatos, contenidos y estructura que promuevan la paz y la democracia en una situación de transición. Sin embargo, no se establecieron en dichos acuerdos los mecanismos como lograr dichas metas: ni la ONU, ni el FMI, ni el BM, ni mucho menos las tambaleantes democracias de los países signatarios de los pactos de Contadora o Estípulas han facilitado los instrumentos efectivos. El honor romantizado de haber sido una "radio guerrillera" ahora se ha convertido en un costo que la mayoría de las veces les impide lograr otras fuentes comerciales y/o alternativas de subsistencia. Por ello son las propias emisoras quienes han tenido que organizarse para sobrevivir ante la competencia económica y comunicacional de los medios tradicionales.

En marzo 1993 se realizó en San Salvador el primer encuentro de Radios Populares de El Salvador. En Enero de 1994, se creó la Coordinadora de Radios Participativas de El Salvador (luego llamada Asociación de Radios Populares y Alternativas de El Salvador-ARPAS) con el fin de intercambiar experiencias, programas y recursos económicos y humanos y servir de enlace entre las diversas emisoras que la conforman: Radio Venceremos, Doble FF (antes Farabundo Martí), YSUCA (radio de la Universidad Centro Americana), Radio Versátil, Radios Comunales, PEBA, Radio Cabal son las emisoras que a través de esta asociación intentan ser "alternativas y populares" en sí mismas, por sus contenidos, y a través de sus propósitos, en contraste con el resto de las emisoras comerciales y gubernamentales, con mayor poderío económico, mejores equipos técnicos, y programación más variada. En Julio-Agosto 1994 se organizó la Asociación Nueva Radio, como institución que evalua y supervisa las actividades de la Coordinadora y de las radios que la conforman, administra su desarrollo financiero, promueve la creación y funcionamiento del "Museo de la Palabra" como centro de documentación y archivo histórico, que procese y recolecte la riqueza comunicacional de esta etapa en la historia salvadoreña.

"Radio Venceremos" como integrante activa de estas instituciones participa por tanto del proceso evaluativo que mensualmente se realiza a través del Consejo Consultivo de la coordinadora. Evalua y es evaluada como "radio alternativa" con resultados contradictorios: porque si bien es cierto e incuestionable que la RV se ha destacado por su liderazgo en la promoción de campañas por la defensa de los derechos humanos de los habitantes fronterizos con Honduras, la situación carcelaria en San Salvador, la defensa ecológica del puerto de Acajutla a causa del derrame petrolero ocurrido en la zona, la denuncia sobre violaciones del derecho al trabajo de mujeres acosadas laboral y sexualmente por sus jefes; reportajes sobre la situación laboral de los desmovilizados, el cumplimiento en la depuración de las fuerzas policiales y militares, los casos de corrupción administrativa del actual gobierno, la restructuración de la Corte Suprema de Justicia, el reacomodo político e ideológico de las diferentes fuerzas que conforma(ba)n en FMLN, entre otros temas,[48] también es cierto que su antigua dependencia política, como "voz oficial del FMLN", le ha afectado en su evolución posterior como radio independiente.

Algunos sectores consideran que RV sigue siendo vocera del FMLN, en especial del ERP (antes Ejercito Revolucionario del Pueblo, ahora Expresión Renovadora del Pueblo, siempre bajo el liderazgo de Joaquín Villalobos), y por tanto acusan a la RV de plegarse al viraje reformista y socialdemócrata de Villalobos, quien al haber conseguido los objetivos políticos de la lucha armada, ha descuidado u olvidado que la lucha continua, hasta alcanzar los objetivos económicos y sociales que históricamente han estado relegados, porque todavía hoy "sin justicia social y económica no puede haber paz." Por ello le critican que transmita sólo música foránea y evasiva como el resto de las emisoras comerciales, con la sóla excepción del noticiero "Punto y Seguido" como única fuente informativa y de opinión, y no sea lo suficientemente crítico frente a las nuevas posturas del FMLN, y en especial del líder del ERP.

Otros sectores, critican a RV su aparente ruptura con el FMLN sobretodo a partir de la campaña electoral de Marzo-Abril 1994, cuando Radio Venceremos se negó a transmitir un propaganda elaborada por la alianza entre el FMLN y la Convergencia Democrática, la cual denigraba del candidato de ARENA, Calderón Sol. Como represalia la alianza FMLN-DC retiró toda su propaganda política de RV, la cual a su vez, para ser "objetiva", se vió en la necesidad de retirar la propaganda de ARENA, afectandose seriamente a nivel económico.[49]

Lo cierto es que sea "vocero indirecto del FMLN", o radio totalmente independiente y soberana, Radio Venceremos está en una etapa muy importante de su desarrollo como radio alternativa y popular. Hoy, a tres años de su arribo a San Salvador, el volcán de las pasiones políticas encontradas compiten con el Boquerón, para contribuir a definir su perfil definitivo. Sin embargo, es inobjetable que tanto durante la guerra, como después de ella Radio Venceremos es punto de referencia obligada para quien desee una información completa sobre los acontecimientos diarios más importantes que ocurren en El Salvador: su equipo de prensa a través de los editoriales, reportajes especiales, y unidades móviles presentes y a tiempo "en el lugar de los acontecimientos" contribuye a que el pueblo salvadoreño en general tenga acceso real al derecho constitucional y universal de "estar informado". Por otra parte, Radio Venceremos siempre se ha caracterizado, tanto ayer como hoy, en tener los canales abiertos al debate y a la participación popular: a través de las llamadas telefónicas del público oyente, de las entrevistas en vivo a los protagonistas de las discusiones políticas de actualidad, de la denuncia a situaciones violatorias de los derechos humanos tantos por entes públicos como privados, R.V. garantiza así el derecho a "difundir información" por parte de todos los sectores sociales de la población salvadoreña. Por ello, el balance de este primer trienio parece ser positivo y esperanzador: cabe esperar la evolución del proceso democrático en El Salvador a raíz de la departura de ONUSAL y la cesación de las funciones de COPAZ, para evaluar y comparar la relevancia de cada una de las instituciones de la sociedad civil en la construcción de esta nueva etapa en la historia salvadoreña.

CONCLUSIONES (Parciales).

Es evidente que la praxis de los medios de comunicación alternativos y/o populares en las postrimerías del siglo XX tendrá que ser diferente en cuanto a su discurso (texto-mensaje), a los medios alternativos surgidos a partir de la década de los cincuenta al calor de las luchas por la liberación nacional de esos pueblos. El desplome de los estados burocráticos socialistas a raíz de la caída del muro de Berlín y el final de la "guerra fría" en 1989, ha obligado a replantearse la finalidad de la lucha y del discurso político que la acompaña. Por otra parte, al haber logrado estas fuerzas opositoras (FMLN en el caso de El Salvador, por ejemplo) la cuota de poder político por la cual lucharon, el pragmatismo coyuntural del momento parece impedirles retomar la bandera de la "justicia social y económica como única garantía auténtica para lograr la paz" en un régimen democrático. De allí, que las injusticias socio-económicas, que mantenían al grueso de la población marginal, carentes de los derechos humanos básicos como: educación, salud, vivienda, empleo, transporte, libertad de expresión, acceso a (difundir y recibir) la información, todavía permanezcan ocultas o negadas por una opinión pública que tiende solamente a exaltar euforicamente los procesos de "reconciliación y reconstrucción nacional".

Por ello, los retos de los medios de comunicación que pretendan ser "alternativos y populares" son más exigentes ahora, en la década de los noventa, que hace treinta o cuarenta años. Hoy día no basta tan sólo vociferar consignas político-militares en contra del partido de gobierno, a través de estaciones o diarios clandestinos y/o marginales. Ahora, es preciso defender y abrogar por los derechos humanos de las mayorías en gobiernos, que tras la apariencia democrática--según los esquemas de la ONU--continuan siendo represivos e injustos (con el apoyo y/o la presión del FMI o el BM, o el G-7).

Los medios alternativos de comunicación lo serán no sólo por los cambios introducidos en la estructura o propiedad de la empresa en sí, ni tan sólo por los mensajes oposicionales que transmitan, ni por el próposito explícito enunciado en sus estatutos. Serán alternativos siempre y cuando promuevan y generen canales reales de participación ciudadana que favorezcan el debate honesto y positivo, y permitan descubrir y discutir los puntos álgidos de la recién conquistada democracia. En tal sentido, Mauricio Funes, director del noticiero "Al Día" del Canal 12 de El Salvador afirma:

En El Salvador, no se puede evaluar el grado de madurez del proceso de transición a la democracia sin tomar en cuenta el nivel y la profundidad del diálogo social estimulado por los medios de comunicación. Este es un tema que ha quedado fuera del debate nacional.

En la medida que los medios de comunicación son responsables de la generación de canales de participación de la ciudadanía en la construcción del proyecto democrático, el debate en torno a la función pública de la prensa está a la base de cualquier evaluación seria sobre la fragilidad o fortaleza del proceso de transición que vive el país.

Los medios de comunicación deben ser analizados no sólo por la participación política y social que estimulan, sino también por los espacios de discusión y diálogo que dejan de generar.50

Si bien es cierto que los Acuerdos de Paz permitieron a las emisoras del FMLN ("Venceremos" y "Farabundo Martí") legalizar su existencia y facilitar sus transmisiones desde la capital, no precisaron la cuota o nivel de "libertad de expresión" real con la cual contarían. En el clima eufórico que siguió a la firma de los Acuerdos de Paz, el único objetivo era luchar por la "reconciliación nacional", minimizando así cualquier comentario crítico o negativo sobre la actuación de los partidos políticos (sean de derechas o de izquierdas). De allí, las acerbas críticas que ha tenido que soportar "Radio Venceremos" durante este último trienio de transiciones. Sin embargo, una vez depurada su estrategia de supervivencia política y pragmática, ha tratado de conservar su prístino propósito al crear espacios reales para el debate y la participación ciudadana y popular.

El noticiero "Punto y Seguido" parece ser el único espacio que, por ahora, permite en Radio Venceremos, una "situación de discurso ideal", donde todos los actores sociales de la población salvadoreña, (políticos y choferes, amas de casas y obreros, habitantes de la calle y diputados, campesinos y universitarios, escritores y analfabetas, combatientes de las FF.AA. o del FMLN, entre otros) puedan tener la oportunidad práctica de difundir y recibir información "no distorsionada", a fin de crear posibilidades reales para las decisiones y acciones políticas posteriores. Como bien lo señala Victor Flores, miembro del equipo editorial de Tendencias:

La opinión pública debe ser diferenciada de la mera opinión, pues presupone la existencia de un público razonante. La centralidad de los principios de Habermas, deriva de su preocupación por una comunicación no-distorsionada, de su indagación de bases concretas para la validación de enjuiciamiento crítico-sociales y la búsqueda de la emancipación humana dentro de lo que él ha llamado situación del discurso ideal.51

Es evidente que después de la publicación del Informe de la Comisión de la Verdad--donde se denunciaban, con nombre y apellido, a los individuos, grupos y sectores implicados en la violación de los derechos humanos de la población civil por parte de ambos bandos durante el período de guerra--la opinión pública salvadoreña es mucho más crítica y exigente que en el pasado. Es más "razonante" en el sentido de exigir no sólo denuncias de hechos concretos, sino seguimiento y sanción para los que atropellen las garantías y derechos democráticos recién conquistados, y el respeto real de sus propios derechos humanos básicos, de los cuales son y están más conscientes.

En tal sentido, los medios de comunicación alternativa y popular en El Salvador se enfrentan hoy al reto de ser mucho más que "la voz de los sin voz" (como lo fueron en pasado); ahora deberán promover el libre acceso para que "los sin voz usen por sí mismos su propia voz", sin intermediarios (sean éstas las gerencias de los medios, sus estructuras organizativas y funcionales, las agencias de noticias internacionales, o las empresas transnacionales de la información), sin limitaciones ni interferencias (locales, nacionales o internacionales), y con plena "libertad de expresión" popular y participativa.

Para ello los medios alternativos de comunicación deberán tarbajar aún más en la defición de su propio perfil, ahora no se trata sólo de recibir denuncias para difundirlas, sino ejercer el periodismo investigativo, que responsablemente llegue hasta la raiz y conclusión de los hechos denunciados; participativo, para propiciar el diálogo y el debate aún entre sectores hasta ayer irreconciliables; crítico y autocrítico, en esta etapa de transición hacia la democracia. Sólo así se estará educando realmente para la paz y por los derechos humanos de primera, segunda, tercera (y última?) generación.

BIBLIOGRAFIA

Adams, Richard. "Etnias y Sociedades (1930-1979). Historia General de Centro América. Tomo V: De la Postguerra a la Crisis. Héctor Pérez B., ed. . Costa Rica: FLACSO, 1994. 2a. ed. pp.165-219. Archer, David. Literacy and Power. London: Earthscan Publications. 1990.

Arreaza, Emperatriz. La Iglesia: Institución de Dominación o Liberación?. Maracaibo: EDILUZ.1994.

Asociación Nueva Radio, Consejo Consultivo. Tercer Informe Narrativo. Enero-Junio 1994. San Salvador:ANC, julio 1994.

Ayala, Carlos. Democracia y Comunicación en El Salvador. San Salvador: UCA. Octubre 1994. (Tesis mimeografiada).

Bayardo, Arce. "Los Medios de Comunicación en el Proceso Revolucionario". Revista Nicaragua en lucha. No. 4. Barcelona. 1980. Bobbio, Norberto y otros. Crisis de la Democracia y la Lección de los Clásicos. Barcelona: Editorial Ariel.

Cardenal, Rodolfo. Manual de Historia de Centroamérica. San Salvador: UCA. 1990.

Cavada, Miguel."Predicación y profecía: Análisis de las Homilías de Monseñor Romero". Estudios Centro Americanos. San Salvador: UCA. L:558. Abril 1995. pp.325-349.

Caunedo, Silvia. "Comunicación Alternativa: una respuesta propia". OCLAE. Año XXIII. No. 3-4. 1989. La Habana, Cuba. pp.12-17.

Chomsky, Noam. The Chomsky Reader. New York: Pantheon Books. 1987. pp.339-350.

Cuenca, Breny. "La fisura en el FMLN: Diferencias ideológicas o pugna de poder?." Tendencias. San Salvador: COOPEX, C.A. No.31. Junio 1994. p.19-21.

Dada, Héctor. "Los Acuerdos de Paz y la Democratización". Estudios Centro Americanos. San Salvador: UCA. L:558. Abril 1995. p.367-376.

Dalton, Roque. El Salvador. San Salvador: Edit. Universitaria, 1979.

De Soto, Alvaro y Graciana del Castillo. "Los obstáculos en la construcción de la pas". Tendencias. No. 32. Julio-Agosto 94. San Salvador: COOPEX, C.A. pp.20-24.

"El Salvador: democracia de baja intensidad". Estudios Centro Americanos. San Salvador: UCA. L: 558. Abril 1995. pp.377-380.

Ellacuría, Ignacio. Veinte años de historia en El Salvador (1969-1989). Escritos Políticos. Tomo I. San Salvador: UCA Editores, 199l.

Escobar, Samayoa y otros en Tendencias. San Salvador: COOPEX, C.A. No. 36. Dic.94-Enero 95.

Figueroa, Carlos. "Violencia y Democracia en Centroamérica". Verdad y Vida. 1: 2. Guatemala: Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado. Abril-Junio, 1994.

Flores, Victor. "Los medios y la democracia: una nueva perspectiva". Tendencias. No.40. San Salvador:COOPEX, S.A.Mayo 1995.

Fox, Elizabeth. Medios de Comunicación y Política en América Latina. México: G.Gilli. 1989.

Funes, Mauricio. "Medios y transición democrática en El Salvador". Tendencias. No.40. San Salvador: COOPEX, S.A. Mayo 1995,

Galeas, Marvin. "La prensa como contrapoder". Tendencias. No. 40. San Salvador: COOPEX, S.A. Mayo 1995.

Henríquez C., Carlos. La Terquedad del Izote. México: Editorial Diana. 1992. p.32.

Informe del Secretario General sobre la Misión de Observadores de Naciones Unidas en El Salvador (24-3-95). Estudios Centro Americanos. San Salvador: UCA. L: 558. Abril 1995. p.425-440

IUOP-UCA. "Los derechos humanos en la opinión pública salvadoreña". Estudios Centro Americanos. San Salvador: UCA. L: 558. Abril 1995. p.356-357. Jiménez, Lilian. El Salvador: sus problemas económicos. La Habana: Casa de las Américas. 1980. Lauría, Aldo. "Historical Research and sources on El Salvador". Latin American Research Review. 30:2. Albuquerque: University of New Mexico, 1995. pp.151-176. "La Radio Venceremos que estamos construyendo". Papel de trabajo. San Salvador: R.V. Junio 1993. López V., José I. Las mil y una historias de Radio Venceremos. San Salvador: UCA, 1992. 548.

López V. José I. "La Radio Venceremos que queremos: avance sobre el primer perfil de R.V.". San Salvador: R.V. Enero 1993.

Martínez, Ricardo. La Historia de la Radio Rebelde. La Habana: Ed. Ciencias Sociales. 1978.

Mille, Marjorie. "Salvador Rebel Radio comes in from the heat". The Angeles Times. Reproducido por El Diario Latino, San Salvador: Marzo 30, 1992. p. 10.

Montalvo, Atilio. Los Acuerdos de Paz: Un año después. San Salvador: CINAS. 1993.

Morales, María. Radio Venceremos: un medio de comunicación alternativo en Latino América. México: U.N.A.M. (Tesis mimeografiada), 1992.

Ordoñez, Jaime. "Periodismo, Derechos Humanos y Control del Poder Político". Periodismo, Derechos Humanos y Control del Poder Político en Centro América. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. San José, C.R.: IIDH, 1994. pp.13-34.

ONU. The United Nations and El Salvador.: 1990-1995. New York: United Nations Publications, 1995.

"Radio Venceremos: expresión del poder popular emergente". s/f.San Salvador: Museo de la Palabra.

Rojas, Manuel. "La Política". Historia General de Centro América. Tomo V: De la Postguerra a la Crisis. Héctor Pérez B., ed. Costa Rica: FLACSO, 1994. 2a. ed. pp.85-164.

Romero, Ma. Lourdes. "Agencias informativas y flujos comunicacionales". Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. No. 132. México: UNAM. Abril-Junio 1988.

Torres R., Edelberto. "Introducción a la década". Historia General de Centro América. Tomo VI: Historia Inmediata. Edelberto Torres-Rivas., ed. . Costa Rica: FLACSO, 1994. 2a. ed. pp.11-34.

Transcripción del 21-4-1986. Archivo histórico de R.V. San Salvador: Museo de la Palabra.

Transcripción del 4-6-86. Archivo histórico de R.V."Comunicado del FDR-FMLN al pueblo salvadoreño y a la comunidad internacional". San Salvador: Museo de la Palabra.

Valencia, Francisco. " El Poder Económico y los medios de comunicación". Periodismo, Derechos Humanos y Control del Poder Político en Centro América. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. San José, C.R.: IIDH, 1994. pp.67-69.

Vickers, George y Spence, Jack. "Elections in El Salvador: The Right consolidates power". NACLA. XXVIII: 1, July/August 1994.

Vidal-Beneyto, José y otros. Alternativas populares de la comunicación de masas. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas. 1979. 570 p.

"Voices for Victory: The FMLN Radios". Venceremos. Feb.1989.

Wauthion, Ernesto. "Cronología de una guerra civil anunciada". Diálogo. 1:2. San Salvador: Instituto de Humanismo y Desarrollo de El Salvador.1992.


Back to LASA95 Pilot Project page.