De la Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson,
Universidad de Texas en Austin
Compilado por Mario A. Téllez G., Mario Barbosa C. y Rodolfo Suárez M.
Con el título José María Luis Mora. Su archivo personal , hemos reunido por primera vez en forma digital todos los documentos manuscritos e impresos de quien fuera una de las figuras más destacadas del México de la primera mitad del siglo XIX, y cuyos originales se encuentran resguardados en The Nettie Lee Benson Latin American Collection de la Universidad de Texas en Austin. Ponerlos a disposición de todos los interesados es uno de los objetivos que desde hace tiempo perseguimos. Lograr la participación de varias instituciones, pero, sobre todo, de tantas personas que han sumado su tiempo, talento y recursos para conseguirlo, nos impulsa a seguir adelante. Pronto, este archivo estará disponible también en internet.
Con esta nueva publicación y las Obras completas que, en ocho volúmenes, publicó el Instituto Mora y la Secretaría de Educación Pública entre 1986 y 1988, puede afirmarse que ahora la mayor parte de la obra escrita del destacado pensador está disponible para los estudiosos contemporáneos, con excepción de las actas de los debates del primer Constituyente del Estado de México, instituido en 1824 y restituido en 1829 (1), en las que tuvo una muy destacada participación y que merecen ser reeditadas, y algunos documentos que se encuentren aún perdidos.
Las Obras completas , en sus tres volúmenes, contienen principalmente las Obras sueltas y México y sus revoluciones , que el propio Mora publicó en su momento, así como documentos de distintos repositorios, artículos periodísticos de época, algunas de sus participaciones legislativas en el primer Congreso Constituyente del Estado de México y otras tantas cartas y escritos que se encuentran precisamente en la Benson , como se le conoce a ese espacio entre los especialistas. No obstante, en el DVD que ahora publicamos, además de incluir los textos antes señaldos, decidimos conservar la totalidad del fondo para garantizar su integridad, sin alguna clase de discriminación, para respetar el principio archivístico de procedencia y orden original.
Por otra parte, en un principio, nosotros habíamos intitulado este DVD José María Luis Mora ¿un hombre de su tiempo? Su archivo personal . Al final decidimos suprimir la pregunta, porque en esta obra no se pretende dar respuesta a dicha cuestión, aunque pensamos que se ofrecen las fuentes para hacerlo en el futuro. ¿Por qué preguntarse si José María Luis Mora fue un hombre de su tiempo? Consideramos que su presencia, obra y trayectoria todavía no han sido ponderadas con la profundidad que se merece. Creemos que el mejor acercamiento sigue siendo el trabajo clásico de Charles Hale Jr., ya que las demás opiniones en torno a la figura del connotado pensador mexicano han sido contrastantes: para unos, es el autor de la Prerreforma eclesiástica de los años treinta y el líder natural de los liberales en los inicios de la época independiente; para otros, un personaje distante y resentido que está por debajo, intelectual e ideológicamente, de su mayor antagonista Lucas Alamán. Tal vez pronto podamos saber si se adelantó a su tiempo. Con este documento digital, más las Obras completas , ya aludidas, es posible, entonces, hacer una aproximación más acabada no sólo del propio Mora, sino también del contexto que envuelve a su figura, pues el periodo en el que vivió es uno de los más relevantes para la definición del país, y para los tiempos que siguieron a su época, cuya influencia se prolonga hasta nuestros días, por la necesidad de continuar en la batalla, como él y los suyos lo hicieron, para seguir viviendo en un Estado laico y para limitar más todavía los fueros castrense y eclesiástico.
La Benson cuenta con uno de los archivos más importantes de los fondos personales e institucionales mexicanos fuera de nuestro país. Allí se resguarda una parte relevante y nada despreciable de la historia nacional, con cierta preponderancia del siglo XIX . Sin duda, uno de los personajes destacados y emblemáticos de la colección es precisamente el Dr. José María Luis Mora.
Nuestro personaje nació en Chamácuero (hoy ciudad Comonfort), Guanajuato, en 1794. Realizó sus estudios primarios en Querétaro y los medios y superiores en el Colegio de San Ildefonso. Se graduó de bachiller en Filosofía en 1812 y en Teología en 1818; para 1820 obtuvo el doctorado en dicha ciencia. En este mismo año fue nombrado catedrático de Filosofía en San Ildefonso. Al año siguiente, se encargó de la redacción del Semanario Político y Literario y, al mismo tiempo, fue elegido miembro de la Diputación Provincial del Estado de México; en 1823 fue también electo diputado del Congreso Constituyente, donde participó de manera muy activa en la elaboración de la primera Constitución, así como en la creación del Instituto Científico y Literario. En 1827 obtuvo el título de abogado -y no dos años antes, como algunos han señalado-. También publicó en el periódico El Observador de la República Mexicana y, siendo consejero del presidente Valentín Gómez Farías durante los años de 1833- 1834, intervino en la redacción de una serie de leyes y decretos que buscaban reformar al país; acciones con las cuales generó lo que la historiografía mexicana reconoció después como la Prerreforma. A la caída de Gómez Farías, y en circunstancias todavía un tanto confusas, se exilió en Francia donde habría de radicar el resto de su vida. En 1846 fue nombrado ministro plenipotenciario de México en Inglaterra.(2)
Por otro lado, reiteramos, en distintos espacios, incluyendo esta nueva publicación, que hace falta valorar con mayor justeza el pensamiento y la obra de nuestro connotado pensador, debido a lo que este personaje representa en el desarrollo histórico de México. Mora se convirtió en uno de los principales impulsores de la corriente liberal (3) que se conformaron en el México decimonónico, ya fuese con rasgos propios o bien, en el marco de un contexto mucho más amplio, con ideas provenientes de otros países. Comúnmente se le sitúa junto con Lucas Alamán como los que concretan, respectivamente, las ideas de los "partidos" que se habrían de enfrentar abiertamente en la segunda mitad del siglo XIX, los cuales, asimismo, se les ha denominado liberales y conservadores. Por si esto no bastara, Mora, al igual que Alamán, desde el punto de vista historiográfico y para el caso mexicano, forma parte de aquella centuria que se ha bautizado como "el siglo de la Historia"; sus obras, testigos y críticos del acontecer de su época, se convierten en referente obligatorio de aquel período.
El fondo documental de Mora llegó a la Universidad de Texas en Austin en 1921, como parte de la enorme colección de documentos que la familia de Don Genaro García vendió a dicha institución. De acuerdo con la propia Universidad, el fondo Mora también está microfilmado, pero hasta ahora no había sido publicado en su totalidad, aun cuando es consultado y citado por innumerables investigadores. El fondo no cuenta con ningún instrumento de consulta, aunque tiene ciertas referencias documentales (4). De allí que presentar los documentos digitales sin un catálogo hubiera sido una labor encomiable pero de ninguna forma suficiente, porque su consulta digital habría sido muy complicada. En la elaboración de esta obra, en virtud del principio de procedencia y orden original, decidimos respetar la distribución en secciones y carpetas que el fondo tiene en los repositorios de la Universidad de Texas en Austin.
Como lo señala la página web de la Benson , 5 el fondo tiene una extensión de aproximadamente 20.32 cm lineales, entre manuscritos e impresos, en los que predominan los escritos en español, aunque también hay en inglés, francés y latín. Está dividido en las siguientes series:
Sin embargo, cuando se consulta el material en sala está dividido en 21 carpetas que llevan los siguientes títulos:
Núm | Carpeta | Núm Documentos |
---|---|---|
1. | Correspondencia de 1820 a Junio de 1833 | 61 |
2. | Correspondencia de Julio de 1833 a 1838 | 76 |
3. | Correspondencia de 1839 a 1844 | 72 |
4. | Correspondencia de 1845 a 1846 | 45 |
5. | Correspondencia de 1847 | 77 |
6. | Correspondencia de 1848 a 1850 | 49 |
7. | Correspondencia -sin dato- | 4 |
8. | Producción literaria de 1810 a 1822 | 6 |
9. | Producción literaria de 1823 a 1847 -sin dato- | 17 |
10. | Producción literaria. Sermones y oraciones funerales | 9 |
11. | Producción literaria. Iturbide y el Plan de Iguala | 11 |
12. | Producción literaria. Época principal de 1820 a 1821, de 1821 a 1823 | 27 |
13. | Producción literaria. Examen de las láminas | 4 |
14. | Producción literaria. Documentos varios | 13 |
15. | Documentos oficiales y otros, 1795 a 1842 | 17 |
16. | Documentos financieros | 56 |
17. | Documentos legales | 6 |
18. | Documentos. Testamento, 1850 a 1856 | 46 |
19. | Listas | 6 |
20. | Material impreso | 9 |
21. | Correspondencia de 1820 a 1844 (Fichero) | 1 |
22. | Errores encontrados en la organización del archivo personal de José María Luis Mora | 6 |
Es importante señalar, por lo que respecta a las misivas en otros idiomas, que para la elaboración del catálogo decidimos, por cuestiones de presupuesto, no hacer la traducción. Afortunadamente, en varios casos el propio fondo guarda una versión en lengua extrajera y su correspondiente en español.
El fondo Mora contiene poco más de 600 documentos; ponerlo a disposición en formato digital significó un trabajo muy intenso en equipo y tanto su concepción como ejecución nos han llevado más de un año de actividades. No podemos decir que sea una más importante que la otra, porque, sin la suma de todas, el resultado habría sido distinto o no habría existido. Explicado de forma esquemática lo realizamos de la siguiente manera: Mario Téllez, Mario Barbosa y Rodolfo Suárez desarrollaron el proyecto integral; Jessica Colín estuvo varias semanas en la Benson para digitalizar directamente el fondo de los originales; Eduardo Berumen se encargó de mejorar y optimizar las miles de imágenes; Juan Manuel García y su grupo desarrollaron el sistema de consulta; Antonio Enríquez realizó todo el catálogo y Marysol Morán, desde el Inacipe, se encargó del diseño de la portada, del cuadernillo y de la edición del DVD , junto con Arvato Digital.
Por supuesto que en distintos momentos hubo que tomar decisiones, algunas de las cuales tienen que ver directamente con lo que los usuarios ven al reproducir el disco; por ello, compartimos las razones por las que decidimos tomar ese camino. Como siempre sucede, esperamos la benevolencia de todos para nuestra propuesta, de lo contrario, confiamos en que pronto podamos ver nuestro trabajo superado.
En principio, hay que explicar que cuando se reproduce el DVD se despliegan algunos textos para presentar o introducir la obra, así como las 21 carpetas que integran la totalidad del fondo para apegarnos al principio de procedencia y orden original, respetando la división que tiene la Benson . Cada una de ellas, a su vez, tiene la parte del catálogo que le corresponde, en donde se pueden hacer búsquedas textuales y de allí acceder directamente al documento. Una vez desplegada la imagen o imágenes, ese tipo de búsquedas ya no puede realizarse. Para comodidad del usuario, decidimos agregar una opción más de búsqueda a través de la totalidad del catálogo; pero una vez localizada la entrada o entradas, hay que ir a la sección correspondiente. Hubiéramos querido que esta última parte fuera más cómoda, pero cuestiones técnicas y de presupuesto nos lo impidieron. Asimismo, decidimos agregar una carpeta más, la número 22, con los errores que tiene el fondo; son seis, pero nos pareció relevante consignarlos. Su detección no habría sido posible sin el trabajo riguroso de Antonio Enríquez.
El fondo Mora está compuesto en su mayoría por cartas dirigidas a distintos amigos (las cuales, en varias ocasiones, recibieron respuesta) y por testamentos y diarios que forman parte de lo que hoy se denomina "historia de la vida privada."(6) En la correspondencia de nuestro pensador, es fácil percibir que su vida estuvo marcada, hasta donde se puede notar, por problemas económicos, por el gusto de ciertos libros, por las personas con quienes sostuvo una constante correspondencia (entre quienes debemos contar a Bernardo Couto, Valentín Gómez Farías y José María Gutiérrez Estrada), por sus opiniones sobre uno u otro aspecto del México del que, a partir de 1834, se alejó para no volver jamás y, también, se descubre la situación de sus bienes muebles e inmuebles, así como su estado de salud en vísperas de su muerte. De igual forma, este DVD contiene documentación oficial, producción literaria (compuesta prácticamente por sermones y oraciones fúnebres) y la correspondencia sucedida tras su muerte, la cual nos remite a datos de carácter biográfico: sus primeros años de vida, su formación y sus últimas disposiciones.
Su correspondencia es un transitar por el siglo XIX mexicano en su primera mitad. No deja de proyectar luces sobre las convulsiones políticas del país, sobre las acciones de las distintas administraciones que se suceden a nivel federal sobre la relación entre éste y los Estados; sobre los conflictos con el exterior, sobre la percepción y el trato de México con y ante el extranjero y, por supuesto, sobre la opinión que Mora y sus contemporáneos se formaron de aquel panorama. Golpes de Estado y "revoluciones", ideas políticas y acciones prácticas, asuntos económicos y la cuestión social, todos son asuntos que fueron abordados por doquier a lo largo de la correspondencia del ideólogo de la Reforma de 1833, quien, como atinadamente señala Andrés Lira, mantiene un carácter de observador , más que de hombre de acción memorioso y autojustificativo (7).
Mora es observador de un México que le es lejano, geográficamente hablando, pero cercano a través de la correspondencia que mantiene con sus coterráneos. A través del puño y letra de uno y otros, aquel acervo nos remite a los más diversos aspectos de la realidad pretérita. Cuando se es consciente de esto, se afirmar que estas fuentes adquieren una re- funcionalidad muy distinta de aquella para la que fueron elaboradas, o, como dice Lira, "para nosotros eso 'ya es historia' mientras que para ellos era situación apremiante."(8) Mora, desde luego, entabló diálogo por escrito con sus contemporáneos sobre la situación de la República, sin sospechar, quizá, que al correr de los años, había dado origen a un testimonio documental que, ahora accesible al interesado, puede ser motivo de las interrogantes más diversas y, esperamos, fuente de las respuestas más dispares.
Este nuevo material también nos proporciona contenidos de primera mano para acercarnos al siglo XIX : desde las relaciones sobre acontecimientos que nos remiten a la rebelión iniciada en 1810, las cartas que atestiguan la consumación de este proceso, algunas noticias sobre el imperio de Iturbide y su caída posterior, hasta las proclamas y relaciones que nos llevan a México en sus primeros años como entidad republicana y, algo curioso, un examen de las láminas sobre antigüedades que conformó el capitán Guillermo Dupaix en sus tres expediciones en las postrimerías del mundo virreinal. Todo este material, catalogado con el nombre de producción literaria, así lo constata.
Mora ¿hombre de su tiempo?-, con su documentación, nos remite al mundo de su época, a uno de los periodos decisivos para la historia de México: el de su intento por construir un Estado nacional que, en apariencia, parece depender de dos proyectos que, erróneamente, tienden a considerarse constantemente como contrapuestos: el liberal y el conservador; uno, aparentemente, parece inscrito en la modernidad, el otro en la tradición (9).
Por supuesto que hablar de los agradecimientos y deudas que se han adquirido a lo largo de todos estos meses de trabajo siempre es difícil, por las omisiones involuntarias y porque en ocasiones las palabras no alcanzan. En términos personales y en orden cronológico, tenemos que expresar nuestra mayor gratitud a Margo Gutiérrez ( Librarian for U.S. Latina/o Studies, Nettie Lee Benson Latin American Collection, University of Texas Libraries ). Fue en el verano del 2008 cuando tuvimos nuestra primera visita a la Benson, con motivo de una estancia de investigación financiada por PROMEP; desde esos momentos, Margo Gutiérrez siempre nos dispensó con un trato muy profesional, pero, sobre todo, con paciencia y generosidad. Siempre estuvo dispuesta a escuchar y apoyar nuestros proyectos. A ella debemos en buena medida nuestra primera publicación en la Universidad de Texas sobre un microfilm de los documentos de Mariano Riva Palacio, cuyos originales se encuentran en esa institución (10). En 2012, con motivo de un año sabático, y gracias a la obtención de una beca por seis meses de parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para llevar a cabo el proyecto sobre Riva Palacio, tuvimos la oportunidad de avanzar en esa labor. De nueva cuenta, Margo nos auxilió en todo. Quedan estos comentarios como una pequeña muestra del reconocimiento, gratitud y afecto que a ella guardamos.
En el caso de los estimados y distinguidos colegas: Dra. Perla Gómez, Dr. Mario Barbosa y Dr. Rodolfo Suárez, todos de la UAM, su participación también ha sido fundamental. Cómo no mencionar que las intensas charlas, incluso discusiones, sobre el proyecto a lo largo de tanto tiempo, al final redundaron en el beneficio del mismo. Las gestiones, ideas, supervisiones, recursos, sugerencias y tiempo invertido por ellos determinaron que esta obra pudiera finalmente concluirse.
Asimismo, dirigimos nuestro agradecimiento al Dr. Rafael Estrada Michel, Director del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), y a la Lic. Marysol Morán Blanco, Directora de Publicaciones de la misma institución. El Inacipe no sólo aportó recursos para la edición de este DVD en la última parte, cuando estábamos llegando a los límites de nuestra capacidad, sino que se sumó a la primera consecuencia académica de su publicación, es decir, a la coordinación del libro que sobre Mora estamos preparando y que verá la luz en la primera mitad del 2014.
Por supuesto que hacemos un reconocimiento a la seriedad, capacidad de trabajo y a la pasión por la investigación de Jessica Colín, Eduardo Berúmen y Antonio Enríquez, sin su participación no habríamos llegado a ningún lado.
Finalmente, cabe mencionar que, a pesar de nuestro deseo de incluir a alguna institución del Estado de México como participante en este proyecto, a las que buscamos no les fue posible; precisamente la entidad en la que José María Luis Mora dejó una huella muy destacada. Es ésta, por así decirlo, una más de las ironías de la historia.
Esperamos con entusiasmo que esta obra contribuya a la reflexión sobre la vida, obra y circunstancias históricas de este personaje de excepción.
Mario A. Téllez. G. Profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana
Antonio Enríquez. Becario del proyecto UAM - Instituto Mora
José María Luis Mora murió en el exilio parisino, en 1850, (1) un exilio voluntario que comenzó 16 años antes a la caída del presidente Valentín Gómez Farías y del grupo de liberales que Mora encabezaba. Quizá por ironía del destino o de la historia, el archivo personal del sacerdote, doctor en teología, político, ideólogo, escritor, periodista e historiador también se encuentra fuera de México desde 1921, en Texas, la república que en 1836 se independizó de nuestro país (2) y cuya anexión a Estados Unidos, diez años después, detonó la injusta "Mexican War". Irónico, decimos, pues desde su nombramiento como ministro mexicano en Londres, Mora procuró el apoyo de las naciones europeas para terminar el conflicto y conservar el estratégico territorio texano. Fue inútil. Decepcionado, escribió: "Todo tratado de paz que se haga entre México y los Estados Unidos, de parte de esta última nación, no es sino una tregua que prepara para lo sucesivo los avances de una nueva invasión." (3) Para quienes, como Mora, luchaban con ahínco en la primera mitad del siglo XIX por la consolidación de México como una república representativa y liberal, la derrota y pérdida de territorio fue una experiencia traumática.
Genaro Estrada (Sinaloa, 1887-Ciudad de México, 1937), notable diplomático -autor de la doctrina internacional que lleva su nombre-, escritor y bibliófilo, comenta en sus "200 Notas de bibliografía mexicana" (1935) y en sus "Nuevas notas de bibliografía mexicana" (1954) (4) algunos detalles acerca de la ruta que tomaron los libros y documentos del doctor Mora hasta su actual localización en The Nettie Lee Benson Latin American Collection, de la Universidad de Texas en Austin, que alberga uno de los acervos más completos de libros y manuscritos mexicanos de los siglos XVI al XIX, particularmente. De acuerdo con Estrada, hasta 1921 el archivo personal de José María Luis Mora se encontraba– junto con otros miles de documentos originales de personajes de nuestra historia como Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide, Servando Teresa de Mier, Lucas Alamán, Ignacio Comonfort, Valentín Gómez Farías y Antonio López de Santa Anna, por mencionar sólo a algunos – en una de las amplias habitaciones de la casa, situada en la calle del Carmen número 75, en el centro de la Ciudad de México, (5) propiedad del ilustre erudito, intelectual, político porfiriano y coleccionista de libros, Genaro García Valdés (Zacatecas, 1867-Ciudad de México, 1920).
Estrada refiere que:
La biblioteca de don Genaro García estaba formada por unos veinticinco mil títulos, en los que había comprendidos cerca de quince mil libros impresos, copiosísima folletería y una gran colección de manuscritos históricos y literarios. En sus últimos años le había agregado una excelente hemeroteca. (6) [...] constituye la mejor colección mexicana del mundo, fue vendida a la Universidad de Texas en 1921. La Universidad pagó cien mil dólares por esta colección. (7)
Dentro de la colección, la parte que corresponde a José María Luis Mora se compone de correspondencia (1820-1850) con personajes como Valentín Gómez Farías, Fernando Batres, Bernardo Couto y Manuel J. de Lizardi, con quienes aborda temas como educación pública, proyectos de drenaje y sus negociaciones con una casa inglesa editora de biblias, que fue una de sus últimas actividades antes de salir de México en 1834. Además de las cartas, el archivo Mora guarda textos literarios e históricos, documentos oficiales personales, financieros y legales, listados y materiales impresos escritos principalmente en español y algunos otros en inglés, francés y latín. Todos estos libros, manuscritos y documentos fueron ordenados cuidadosa y sistemáticamente en ocho secciones durante varios años por los especialistas de la Benson Latin American Collection.(8)
En México, los riquísimos materiales de la biblioteca de Genaro García pueden ser consultados desde finales de los años ochenta en el Archivo General de la Nación (AGN) por un acuerdo con la Universidad de Texas, que facilitó una copia en microfilme de los archivos del propio García, W. B. Stephens, Hernández y Dávalos, Vicente Riva Palacio, Gómez Farías, Mariano Paredes, Conde de Peñasco, Atilano Sánchez y Lucas Alamán; el rollo de microfilme número 167 corresponde a José María Luis Mora. (9) Sin embargo, el acceso a estos archivos está limitado para el interesado por la necesidad de cumplir con ciertos requisitos de consulta, además de tener que trabajar in situ con el equipo para la lectura del microfilme.
A mediados del siglo XIX, Luis García Pimentel -hijo de otro notable historiador, filólogo, editor y bibliófilo mexicano, Joaquín García Icazbalceta (Ciudad de México, 1824-1894)- (10) comenzó a experimentar con una técnica muy parecida a la litografía para la reproducción de libros y documentos raros o antiguos, (11) que hasta ese entonces solía hacerse a mano por copistas o amanuenses. De entonces para acá, la evolución de la tecnología nos ha venido aportando más rápidos, fieles y eficientes métodos para el archivo, gestión y difusión documental. Del microfilme, hoy hemos alcanzado las enormes ventajas de la digitalización.
En el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) nos entusiasmó el proyecto para digitalizar, editar, desarrollar el sistema informático de consulta y elaborar el catálogo con el acervo del doctor José María Luis Mora, como una manera de aproximar este valioso material al especialista y público en general, y recuperar la figura y el pensamiento de uno de los primeros representantes del liberalismo en México. Nos complace también la colaboración institucional para hacer realidad este proyecto en conjunto con el Instituto Mora, la Escuela Libre de Derecho, el Tecnológico de Monterrey, la Benson Latin American Collection de la Universidad de Texas y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Confiamos además en la excelente labor de investigación del equipo de curadores dirigido por el Dr. Mario A. Téllez, profesor e investigador de la UAM Cuajimalpa, equipo que ha trabajado con el mismo empeño y cuidado con el que debió de hacerlo aquel bibliotecario del antiguo colegio jesuita de San Ildefonso -ubicado en lo que durante muchos años fuera la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional-, el eminente José María Luis Mora. (12)
Rafael Estrada Michel
Director del Inacipe
Armando Rodríguez Briseño
Publicaciones del Inacipe
Agosto, 2013
Abordar a Jose Maria Luis Mora es hablar del origen del liberalismo en México. El liberalismo nace para transformar la realidad de nuestro pueblo y aparecer con la tutela de oposición al conservadurismo mexicano. Los conservadores se solían llamar el partido a priori, indicando que sus ideas estaban configuradas con antelación al nacimiento de México. El dogmatismo intelectual de los liberales le da otro sentido al desarrollo histórico de nuestro país.
El proceso del liberalismo mexicano no fue fácil ya que mostraba la gestación de una nueva forma de política nacional, partiendo de las leyes naturales conformes con la constitución racional del hombre y las positivas como particulares de cada pueblo y debiendo estar acorde con las condiciones sociológicas de nuestra reciente nación.
En un país en las condiciones de una nación naciente como México, se origina el protagonismo de Mora quien encabeza la ideología que moldea una nación. Los orígenes del liberalismo mexicano, de 1808 a 1824 comprende el proceso de recepción y configuración inicial de su ideario.
Es obvio que las masas no llegan al liberalismo por seguir sus ideales ya que al iniciarse la lucha por la independencia, sólo 30 mil mexicanos sabían leer. Una amplia difusión del liberalismo era imposible y la misma estratificación social del país estorbaba. Pero aun así existían objetivos concretos del liberalismo que sí llegaban al pueblo. Los difusores de esta tendencia promovían a esta ideología como una probable salida a los problemas cotidianos de los mexicanos al inicio del siglo XIX. Es así como se cobijan bajo el signo del liberalismo problemas reales, inmediatos, y este método hace que los hechos refluyan a la teoría. De tal manera la interrelación de las ideas y las realidades se logran manifestar ideológicamente.
Junto con Mora aparecen Valentín Gómez Farías, Lerdo de Tejada, Juárez y todas esa gran generación de hombres públicos que hicieron de la secularización y la defensa de las libertades individuales de la sociedad su principal anhelo político. No podemos limitarnos a ver el liberalismo mexicano como un simple anticlericalismo en la desamortización de los bienes de la iglesia, el hacer civil el matrimonio, el afirmar la supremacía del estado en la sociedad, en la supresión del fuero eclesiástico, ya que solo son simples aspectos de esta tendencia, ya que la secularización de la sociedad se encuentra íntimamente conectada con la libertad de cultos, y a la libertad de conciencia.
En México, el liberalismo del siglo XIX que inició el moldeo de nuestra nación, fue un conjunto de ideas políticas que nacieron como ideología en 1820 y 1830, y fueron implementadas en la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma. La plenitud del liberalismo mexicano se refleja al final de la Guerra de Tres Años, cuando el pueblo sintió la necesidad de no limitarse a defender sus legítimas instituciones sino de conquistar nuevos principios. Es así como el liberalismo refleja un largo trecho de nuestra historia como nación y que constituye la base misma de nuestra actual estructura institucional y el antecedente mismo que le da sentido social a nuestra Constitución vigente de 1917.
Para entender el origen y destino de nuestra patria, es indispensable entender a Mora y su participación en el liberalismo mexicano.
Dr. Arturo Argente Villarreal
Director De Departmento del Tec de Monterrey
Campus Toluca
El Archivo de José María Luis Mora fue publicado en formato digital originalmente en DVD. El trabajo de migrar los contenidos del DVD a un sitio Web fue realizado por la división de Colecciones Digitales de LLILAS Benson en la Universidad de Texas en Austin. Bajo la supervisión del Digital Scholarship Coordinator de LLILAS Benson, Kent Norsworthy, los trabajos de diseño Web, conversión de los archivos, y confección del sitio fueron impulsados por Tanya Brassie, experta en el diseño de experiencia de usuario (UX), quien trabaja actualmente como asistente de investigación en LLILAS Benson.